Tonia Etxarri-El Correo
No se han repuesto del ‘Yolandazo’ del pasado domingo. Las ministras de Pablo se lamentan del desprecio de su excompañera de batallas mientras los ministros de Pedro confían en que vaya bajando la espuma del acto de ‘Sumar’ y las aguas no les sobrepasen. No van a desvestir un santo para vestir otro. Puede servir de espoleta de las conciencias del desentendimiento. De momento, la neolíder de moda ya ha empezado a pedir dinerito a través de las redes. Veremos si los próximos sondeos lo detectan pero ya se empieza a hablar de que la entronización de Yolanda Díaz como la cara amable de la izquierda ha inoculado cierto interés entre los desencantados del PSOE y los hartos de Podemos. A Pedro Sánchez le beneficiaría que a su izquierda se repescaran votos dormidos que él mismo ahuyenta. Pero sin pasarse. Que también ese sector está cortejado por el líder del PP, Núñez Feijóo, desde que inició su particular campaña.
Si fuera cierto que la vicepresidenta segunda, antes de empezar su carrera, ya ha heredado 200.000 votos del PSOE y otros 136.000 de Podemos, la izquierda, con esta operación de Inteligencia Artificial, habrá hecho un pan como unas obleas. Se trata de que la izquierda no se hunda. Y que pueda unir fuerzas para ganar «a las derechas». En el laboratorio de la Moncloa, que es donde se cocina el caldo de cultivo de esta operación, han diseñado el hueco para el nuevo invento de Yolanda Díaz. El tercer puesto del ranking, desplazando a Vox para facilitar una reedición del pacto de gobierno. Pero, para eso, mejor que haya dos papeletas que tres. De lo contrario, la suma del experimento restará en las urnas.
Mientras Sánchez sigue con su gira europea, en Podemos se lamen las heridas que sufrieron el pasado domingo. Hubo quien se rio de la convocatoria de la aspirante a presidenta de Gobierno, por sus edulcoradas e infantiles formas, pero ahora las ministras de Pablo se duelen del picotazo. Resultó que el ‘biquiño’ de la autoproclamada líder llevaba aguijón contra sus excompañeros. De repente, Pablo Iglesias se les ha hecho ‘viejuno’. Ya venía antiguo con sus discursos de luchas de clases, que son los mismos que los de Yolanda pero más montaraces. Al final, tanto cenar con el empresario Roures y con Oriol Junqueras y no ha controlado ni a la que fue su tutelada. Tempus fugit.
En Podemos necesitan concederse una prórroga. Siguen pidiendo negociar primarias con Yolanda. De tú a tú. Pero los nuevos aliados se ‘Sumar’ se cierran en banda. Que no se les dé trato de VIP y se les trate como a Errejón les supone una humillación. Diaz aliada y rival. De Podemos, ¿y también del PSOE? ¿Y si su globo no pincha y la espuma no baja? Todo son incertidumbres en la izquierda.
A ver cómo sale el experimento, con la ayuda de Tezanos. Pedro Sánchez cae mal; sin embargo Yolanda Díaz es una encantadora de serpientes que vende humo. Quedan ocho meses para las elecciones generales. Ya han empezado las apuestas.