Un gesto político

VICTORIA PREGO, EL MUNDO 23/01/14

· Empieza a ser tedioso esto de comentar cada ocurrencia del independentismo catalán porque es que cada día, cada día, nos proporcionan una iniciativa distinta pero que, poco a poco, va empedrando el camino que creen que les conducirá al referéndum de autodeterminación. O más que creerlo ellos, se lo quieren hacer creer a su electorado.

Esta de ayer es la aprobación del Ayuntamiento de Barcelona de ceder su padrón para la celebración de la famosa consulta. En realidad la aprobación de esa cesión no significa nada porque ni se hace ahora ni la consulta se va a celebrar. Es más, se remite a todos los efectos a una ley de consultas que su propio Parlamento aún no ha aprobado.

Pero lo relevante de este asunto es que el Consistorio barcelonés anuncia que se dispone a hacer una ilegalidad en el futuro, en la medida que ese referéndum sería a todas luces ilegal si se celebrara, lo que no va a ser el caso. Es una toma de posición política que no tiene relevancia legal de momento, pero que si tiene el importante eco que producirá en la ciudadanía. Además, el Ayuntamiento se dispone a recomendar a todos los municipios que hagan lo propio. Una medida de agitprop que puede que tenga éxito en los consistorios gobernados por los independentistas, pero no en los gobernados por los socialistas, que aún conservan una parte del enorme poder municipal que en otro tiempo tuvieron. Al contrario que CiU, que nunca tuvo presencia muy relevante en los ayuntamientos.

De momento los socialistas de Barcelona se han abstenido con el argumento de que se estaba votando una situación de ciencia ficción. Es verdad, pero ellos han ignorado la carga política que la moción traía consigo y no hubiera estado de más que, ciencia ficción aparte, hubieran dejado clara su oposición a una cesión destinada a una consulta plenamente ilegal. Pero se han puesto de perfil, como tantas veces en los últimos años han hecho los socialistas catalanes, cuando no se han puesto al frente de la manifestación nacionalista. Y así les va.

Y eso que tenían muy cerca la referencia: el alcalde socialista de Tarragona, que ya ha dicho que se niega a ceder su censo para esa hipotética consulta. Los de Barcelona podían haber seguido su ejemplo en lugar de refugiarse en excusas para no tener que mojarse en una cuestión que ahora mismo no es decisiva, pero que es políticamente relevante.

Ahora, si el PSC logra que sus militantes cumplan con lo que ha establecido su Consejo Nacional, nos podemos encontrar con un mapa de previsiones verdaderamente curioso, porque la Generalitat tendría que organizar la consulta en una Cataluña moteada: este ayuntamiento sí, este ayuntamiento no. Si la cosa no tuviera un trasfondo tan grave, la situación resultaría cómica.

VICTORIA PREGO, EL MUNDO 23/01/14