Los socialistas vascos celebran este fin de semana, en su IX Congreso, la puesta de largo de su nuevo secretario general, Eneko Andueza (Eibar, 1979). El nuevo líder del PSE estará arropado este domingo por Pedro Sánchez. Representante de una generación joven, la nacida en democracia, se hace con un partido unido, que cuenta con una importante representación institucional, gracias a los acuerdos firmados con el PNV para gobernar en coalición la propia comunidad, las diputaciones y principales Ayuntamientos, ente ellos los de las tres capitales vascas. Pero desde hace tiempo, en el horizonte político de la región flota la incógnita de si los socialistas cambiarán de tercio y optarán, tras próximas elecciones, por pactar con EH Bildu y alumbrar un Ejecutivo de izquierdas. Una posibilidad, aunque todavía remota, a la que el propio Andueza no cerró la puerta el pasado lunes, tras arrasar el domingo en las primarias que celebró la formación con un 95% de los apoyos. 

Ya el pasado septiembre, cuando Andueza anunció su candidatura, defendió que uno de sus objetivos era «ensanchar el espacio de la izquierda vasca» y liderar un partido «sin ataduras» para llegar a pactos con otras formaciones. En una idea similar ha insistido en otras muchas ocasiones, y aunque siempre añade la muletilla de que guardará «lealtad» al actual acuerdo suscrito con el PNV, la posibilidad asoma en el horizonte, aunque todavía se vea muy lejano.

«No existe ese debate interno, no es el momento de protagonizar un cambio brusco y lo que debemos hacer ahora es centrarnos en nuestra propuesta», apunta un veterano socialista guipuzcoano, aunque tampoco oculta que «cuando llegue el momento se tendrá que valorar». Hasta hoy, el PSE, a nivel local, ha cerrado acuerdos significativos en materia presupuestaria y urbanística con EH Bildu en Irún y Eibar, en los que se ha quedado fuera el que es el socio preferente, el PNV. «Pactos muy concretos, en lugares concretos y en torno a proyectos concretos», remarcó el lunes Andueza en una entrevista en Euskadi Irratia. 

El nuevo secretario general desligaba así esos pactos de uno de mayor calado para desbancar al PNV del Ejecutivo vasco, pero una vez más, la puerta no termina de cerrarse. «En las próximas elecciones se verá qué fuerza dan los ciudadanos a cada uno y, a partir de ahí, veremos para qué queremos gobernar. Si hay posibilidades de firmar un pacto con otros, lo exploraremos, pero antes hay que ver para qué y no con quién. Nosotros siempre buscaremos la estabilidad», defendió. Elkarrekin Podemos abogó las pasadas elecciones vascas por la constitución de un Gobierno de izquierdas junto a EH Bildu y el PSE, posibilidad que los socialistas rechazaron.

10 años sin ETA

Una de las claves que guiará los futuros movimientos de los socialistas pasa por cómo la izquierda ‘abertzale’ gestione sus vínculos pasados con ETA. La máxima que siempre han esbozado desde el PSE es que deben condenar de forma explícita la violencia. «EH Bildu ha dado un paso más al que tendrán que seguir otros, pero este ha sido positivo y significativo», declaró Andueza a El País el pasado octubre, después de que Arnaldo Otegi, coincidiendo con el décimo aniversario del fin del terrorismo, declarase que el dolor de las víctimas de la banda nunca debió haberse producido.

También al hilo del pasado son esclarecedoras las palabras con las que el socialista despachó los reproches lanzados desde el PNV por esos coqueteos con la izquierda ‘abertzale‘. «Les parece escandaloso 10 años después de que ETA no está en nuestras vidas, cuando ellos no tuvieron reparo en ir a Lizarra a pactar con Batasuna cuando nos estaban matando», zanjó en esa entrevista en Euskadi Irratia, trazando una línea divisoria entre lo que la izquierda ‘abertzale’ suponía cuando la banda terrorista todavía no había abandonado las armas, a lo que supone hoy, cuando en algunos sectores empieza a ser vista como una fuerza política más.

Además, y a diferencia de lo sucedido en Navarra, donde los socialistas gobiernan gracias a que la izquierda ‘abertzale’ facilitó la investidura de María Chivite, la situación en Euskadi sería otra. El PSE es la tercera fuerza por detrás de PNV y EH Bildu. ¿Estarían dispuestos a ser el socio minoritario de un Ejecutivo de coalición con los de Otegi? ¿Propiciarían un cambio como en la comunidad foral pero a la inversa? ¿La fórmula pasaría por respaldar las políticas progresistas, pero rechazar las de corte identitario y nacionalista?

Revulsivo

La llegada de Andueza a la secretaria general de los socialistas vascos es vista por uno de sus compañeros como un «revulsivo». La necesidad, explica la misma fuente, «de pasar página con el pasado más duro de Euskadi, de empezar una nueva etapa, pero desde lo que siempre hemos representado los socialistas vascos, ese espíritu de libertad». El nuevo secretario general fue uno de esos jóvenes concejales que en su día no dudó en formar parte de las listas de aquellos municipios por los que nadie quería presentarse.

Así es como llegó a ser edil en Ordizia. También consiguió acta de concejal en el Ayuntamiento de Eibar, su localidad natal y uno de los bastiones del socialismo vasco, donde llegó a ser teniente de alcalde. Ahora, portavoz del PSE en el Parlamento vasco, toma el relevo de Idoia Mendia al frente de la secretaria general. Andueza, bilingüe y taurino ferviente, ha escrito cuatro libros, tres de ellos sobre su pasión y el último, ‘Jóvenes sin juventud’, sobre sus vivencias amenazado por ETA. 

«Representa a una nueva generación, a la que quiere construir un país, ya con la paz conquistada, más justo, más progresista, más plural. Es un defensor de la pluralidad y del diálogo entre diferentes», ahondan las fuentes consultadas para añadir que, tras 10 años sin la violencia de ETA, aquellos políticos que en su día sufrieron su acoso «comienzan a pasar de la resistencia, a plantear propuestas, a homologarnos con la socialdemocracia europea. El PSE ahora aspira a liderar, no a ser el mero acompañante de…».

Andueza, tras conocerse el pasado domingo su aplastante victoria en las primarias del PSE, trazó su pequeña hoja de ruta: «lucha contra el cambio climático, por la igualdad, contra la violencia contra las mujeres, la educación, la sanidad, el empleo, la vivienda, …». La incógnita es con quiénes pondrá en marcha esa hoja de ruta.