EL CORREO 11/10/13
· El USIP, un organismo dependiente del Congreso, presentará mañana al lehendakari sus conclusiones sobre el texto en Nueva York.
Concluido el plazo para presentar aportaciones al plan de paz del Gobierno vasco y sin haber logrado la adhesión firme de ninguno de los grupos de la oposición en Euskadi, el Ejecutivo de Vitoria ha decidido buscar al otro lado del Atlántico un espaldarazo que impulse el documento redactado por el secretario de Paz y Convivencia, Jonan Fernández. El lehendakari Urkullu, que se entrevistó el miércoles por la tarde en Washington DC –ayer de madrugada, hora española– con los máximos responsables del United States Institute of Peace (USIP), ha hecho llegar el texto original redactado por Fernández a este organismo dedicado a la prevención de conflictos y a la gestión de los mismos en países como Libia, Afganistán, Birmania, Irak, Siria o Sudán.
El objetivo del Gobierno vasco, forzado a hacer retoques en el plan para tratar de forjar un mínimo consenso que lo avale, no es otro que recibir «asesoramiento para la redacción definitiva» del texto, cuya aprobación está prevista para el próximo mes de noviembre, según explicó el propio jefe del Ejecutivo vasco en una comparecencia posterior al encuentro.
El Gobierno vasco, que se mantiene en contacto con el USIP desde hace seis años, envió hace unos meses el texto provisional del plan de paz al centro, financiado con fondos federales, dependiente orgánicamente del Congreso de EE UU y muy vinculado al Departamento de Estado, para que sus responsables elaboraran un informe sobre su alcance y utilidad. Un informe que el Gobierno espera que sirva para aplacar los recelos de quienes, como socialistas y populares, temen que el relato de décadas de terrorismo quede escorado hacia uno de los extremos.
Esta misma semana, Jonan Fernández, consciente de la abierta controversia que su redacción ha generado en Euskadi y a falta de gestos claros de la banda que despejen el panorama, se mostró dispuesto a hacer el «esfuerzo necesario» para incorporar las sugerencias de la oposición y, en la medida de lo posible, «calmar inquietudes» que permitan articular un consenso «lo más amplio posible».
A la espera de conocer el informe del USIP sobre el plan –previsiblemente, un aval de relumbrón y con empaque internacional para el texto–, Iñigo Urkullu trasladó a los líderes de la institución, especializada en «mitigar y evitar por métodos no violentos los conflictos cruentos en el extranjero», según su página web, su preocupación por la «delicada» situación de «bloqueo» que, a su juicio, atraviesa el «proceso de paz» en Euskadi y debatió con ellos sobre las posibles vías para «desatascar» la situación.
Ante el presidente del USIP, Jim Marshall, un excongresista y exvoluntario en Vietnam como sargento de pelotón además de profesor de Política Internacional en Princeton, y la vicepresidenta Kristin Lord, Urkullu subrayó la importancia de dar a la sociedad vasca el «protagonismo» en la consolidación de la paz definitiva. «No debemos pensar que la solución vendrá de fuera», advirtió el lehendakari, que aconsejó en todo caso no «desdeñar» las aportaciones externas.
Visita al memorial del 11-S
De hecho, las conclusiones del instituto auspiciado por la Administración Obama se presentarán mañana mismo en la sede que el Gobierno vasco tiene en Nueva York, en pleno corazón de Manhattan, justo antes de la visita que el lehendakari tiene previsto hacer al memorial que honra en la isla a las víctimas de los ataques del 11 de septiembre de 2001.
El lehendakari, que ha hecho de la promoción de la imagen de una nueva Euskadi sin ETA, uno de los objetivos principales de su viaje, trasladó también su impresión de que la paz no tiene vuelta atrás a una de las altas responsables de Asuntos Europeos del Departamento de Estado, Julieta Valls, con la que también se entrevistó.
EL CORREO 11/10/13