Un sector de Sortu pide «aumentar la presión» para «incomodar» a ELA, PNV y PSE

EL CORREO 11/02/13

· Presentan una enmienda a la ponencia oficial para forzar al sindicato y los dos partidos a dar «pasos» en favor de «la resolución del conflicto»

«Es necesario aumentar la presión y el tensionamiento para incomodar a aquellos que irresponsablemente y por intereses personales no sólo no quieren dar pasos en el proceso sino que lo boicotean». La frase corresponde a una de las enmiendas que las bases de Sortu han presentado a la ponencia oficial del nuevo partido de cara al congreso constituyente que tendrá lugar en Pamplona el día 23. Un sector de la militancia aboga por «el aumento de la presión social» y la «acumulación de fuerzas» para conseguir «mover» a aquellos partidos y agentes sociales «hasta ahora pasivos o boicoteadores» en la «resolución del conflicto». Una campaña que, «en una primera fase», afectaría a «ELA y PNV» y «en una segunda», al PSE.

La nueva formación de la izquierda abertzale mantiene una apuesta decidida por las vías pacíficas y exclusivamente políticas, lo que no impide que una parte de sus bases demande una mayor contundencia en las formas de convencer al resto de fuerzas para que trabajen en favor de «la resolución del conflicto» y el «derecho a decidir». La enmienda presentada no especifica cómo se llevaría a cabo esa «presión» para «incomodar» al resto, si bien los estatutos de Sortu rechazan el empleo de cualquier tipo de violencia, tanto la empleada en el pasado por ETA como la aplicada por la kale borroka.

Las referencias a ELA, el PNV y el PSE no son las únicas que figuran en los textos de la militancia. Las enmiendas al documento oficial califican, por ejemplo, a los sindicatos UGT y CC OO como «organismos asistenciales, parte del sistema» y que «han negociado la pérdida de derechos de los trabajadores». Más dura es la alusión a UPyD. Tildan a la formación de Rosa Díez y Gorka Maneiro como «el ejemplo más claro» de partido basado en «el populismo, el neo-fascismo y la demagogia».

La formación que abanderan históricos dirigentes como Rufi Etxeberria e Iñigo Iruin mantiene abierto el proceso para dar forma a su cuerpo doctrinal, que debe concluir en el congreso previsto para dentro de doce días en la capital navarra. El cónclave elegirá, con toda probabilidad, a Hasier Arraiz como nuevo presidente. Además de la designación de los más de mil cargos internos –entre grupos locales, territoriales y nacionales– las bases deben aún completar ponencias como las que aluden al modelo de organización y la línea política, proceso este que se desarrollará de forma escalonada durante los próximos días en las más de 200 asambleas que reúnen a la militancia.

Entre las propuestas que se someterán a sufragio también figura una referencia a la amnistía.

Viernes 22. La izquierda abertzale ha previsto un seminario bajo el título ‘Conferencia Internacional sobre la Resolución de Conflictos en la actualidad’, donde se abordarán procesos de paz de Colombia, Kurdistan, Palestina y Sáhara.

Sábado 23. El centro Baluarte de Pamplona acogerá el congreso constituyente de Sortu donde se ratificará la dirección del partido que se votará el próximo sábado. Se da por segura la elección de Hasier Arraiz como presidente. Tomarán parte 450 delegados.

Sábado 23. Acto político en el pabellón Anaitasuna de Pamplona con la participación de militantes y miembros de la nueva dirección. que no figura en la propuesta oficial, pero sí en la de una parte de los afiliados. La enmienda alternativa relaciona, no obstante, el concepto ‘amnistía’ con que se «reconozca a Euskal Herria como nación y su derecho a decidir» más que como «una figura jurídica dirigida a los represaliados».

 

Bildu cree que el PNV buscará «relaciones dulces» con Rajoy y obviará el choque soberanista.

El secretario general de EA y parlamentario de EH Bildu, Pello Urizar, se mostró ayer convencido de que el PNV buscará «las relaciones más dulces» con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y renunciará a un «enfrentamiento» soberanista con el Estado.

Además, pronosticó que el lehendakari Urkullu abordará un «discurso pausado», mientras el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, usará el «mensaje de Arzalluz» para contentar a «sus bases más soberanistas». En una entrevista en Europa Press, el dirigente abertzale expresó su convicción de que el PNV no se enfrentará al Estado para sacar adelante su nuevo estatus político. «No veo al PNV en un enfrentamiento. Otra cosa es que, de nuevo, juegue hábilmente como siempre, a esa ambigüedad calculada», opinó.

A su juicio, prueba de ello es que, antes de trasladar al Parlamento y al resto de fuerzas políticas vascas «sus líneas, sus proyectos», ha acudido a Madrid «a hablar con Rajoy». En este sentido, insistió en que no observa «voluntad de confrontación» por parte de la formación jeltzale, como «tampoco la hubo en 2008», cuando el Constitucional prohibió la consulta que el exlehendakari Ibarretxe pretendía celebrar el 25 de octubre de ese año.

En su opinión, entonces, tras rechazarse en el Congreso el Plan Ibarretxe, la formación que lidera Andoni Ortuzar «no quiso comprometerse en tensar la cuerda» y, por eso, «se sienten tan incómodos cuando la realidad catalana se traslada aquí». «El PNV no quiere que se traslade aquella realidad aquí, porque no le resulta cómodo, porque no está en clave de confrontación. La confrontación hay que ponerla encima de la mesa», analizó.

Por contra, Urizar se mostró convencido de que el lehendakari, Iñigo Urkullu, intentará mantener unas relaciones «lo más dulces posibles» con el Gobierno central. «Desde luego, por parte de Urkullu, no va a haber ninguna intentona de hacer frente a las imposiciones que vayan a venir de Madrid. No es su voluntad», aseguró, convencido de que los jeltzales «van a intentar llegar a todos los acuerdos posibles» con Madrid.

EL CORREO 11/02/13