Alicia Sánchez-Camacho, LA RAZÓN, 13/10/12
Indiscutible es el éxito que tuvo ayer la concentración de plaza Cataluña. Un éxito del que pude ser partícipe y que evidenció que la Cataluña real y silenciosa, la Cataluña de sentimientos compartidos también tiene voz y se hace oír. Fuimos miles de personas que defendemos los lazos históricos comunes, familiares, económicos y sociales que tenemos con el resto de España. De hecho, España es la auténtica casa grande de los catalanes. De entrada, hay que poner en valor que esta manifestación se convocó sin el apoyo gubernamental ni de los medios de comunicación oficiales. Tenemos que reconocer el mérito de unas personas y unas entidades cívicas que han logrado mostrar un mensaje al resto de Cataluña, de España y del mundo, y es que Cataluña es plural y se siente también española. Estamos orgullosos de ser lo que somos.
Acudimos a Plaza Cataluña a sumar, a unirnos a la voz de miles de catalanes que, a diferencia de Artur Mas, no piensan en dividir. La de ayer fue una lección para Artur Mas y para CiU. Sólo sumando lograremos la salida de la crisis y una mejor convivencia. Por eso le he pedido a Mas que muestre a estos miles de catalanes que se han manifestado el mismo respeto que ha tenido por otros a los que han apoyado desde el Govern y la televisión oficial.
Ayer, la Cataluña silenciosa hizo historia. Jamás antes nos habíamos reunido en una concentración de esta magnitud. Era el momento. Es mucho lo que hay en juego y no podemos dejar que hablen por nosotros. Nuestro silencio no puede ser cómplice de las pretensiones de los nacionalistas. No valen medias tintas, tenemos que hablar claro y así se lo pedimos también al resto de partidos políticos.
En este punto, es justo tener presente que ayer echamos de menos al PSC. Los socialistas han dejado de lado a miles de catalanes que también se sienten españoles. Perdidos en sus disputas internas, su debilidad y sus complejos ayer no estuvieron donde tenían que estar. Significados dirigentes del PSC fueron a la manifestación independentista y, en cambio, ningún representante estuvo ayer en la Plaza Cataluña. Su ausencia ha marcado un antes y un después en la defensa de los valores comunes.
Los que estuvimos ayer en el centro de Barcelona disfrutamos de una mañana familiar y festiva, en la que con un comportamiento cívico y ejemplar defendimos las ideas que compartimos, a las que no queremos renunciar. Ni la lluvia pudo mover un alma de plaza Cataluña. Con o sin paraguas, permanecimos juntos. Unidos alzamos la voz para evidenciar que existimos, que no nos callaremos y que, aunque a algunos les pese, no nos dejaremos amedrentar por el pensamiento único.
Cataluña es más de lo que nos quieren hacer creer. Es más de lo que pretenden algunos. Cataluña es, como muchos coreaban ayer, plural y española. Tenemos un solo corazón, catalán y español, y no queremos que nos lo rompan.
Alicia Sánchez-Camacho, LA RAZÓN, 13/10/12