Un sudoku andaluz

EL MUNDO 06/05/15 – SANTIAGO GONZÁLEZ

· Susana Díaz ha dado sus primeros pasos hacia la investidura. Fallidos, claro, pero por intentarlo no ha quedado. Maíllo y la candidata cruzaron sutiles apreciaciones cromáticas. El ex candidato de Izquierda Unida advirtió a Susana de que si al color rojo se le añade una paleta de amarillo da el naranja, dijo, en alusión al color de Ciudadanos. La aspirante replicó que la mezcla del rojo y el azul da el morado, que es, como se sabe, el color de Podemos, aunque también pudiera referirse a cómo se ponían los camaradas de IU en aquella histórica mariscada de Bruselas. Juegos florales. Izquierda Unida es el partido más irrelevante del Parlamento andaluz. No pinta nada en cualquiera de las combinaciones posibles.

Podemos sería relevante en términos numéricos si, y sólo si, votara a favor de la investidura. Si se abstuviera y el resto de la oposición votara «no», Susana empataría a 47 con el resto de la cámara. Otra cosa es la relevancia de su posición intelectual. Teresa Rodríguez, criatura, ha exigido a la candidata «que se enfrente a los bancos para que no hagan negocio con el dinero de los andaluces». Extraordinario. Tal vez quiere que a los andaluces les remuneren sus depósitos, cuentas de ahorro, pero sin hacer cochinaditas con la pasta, a ver si se han creído los banqueros que pueden abusar de la buena fe de sus clientes.

Otro tanto le pasa a Ciudadanos. Su voto afirmativo bastaría para superar los 55 escaños que es el listón de la mayoría absoluta, pero su abstención la llevaría a ser derrotada por 47 escaños frente a los 53 que sumaría la oposición.

De ahí que Susana, que no es una intelectual pura, pero tiene bastante remango para las cosas prácticas, ha debido de pensar que lo mejor es granjearse el apoyo de los dos partidos emergentes, uno de ellos de izquierda radical y el otro de corte más o menos liberal.

Susana promete a Podemos, tal como anunciaba ayer El MUNDO en su titular de portada, aumentar el gasto social y en justa compensación ofrece a Ciudadanos bajar los impuestos. ¿Y de dónde van a sacar para contratar más médicos y maestros y comprar vivienda social? Pues del mismo sitio de donde sacan los bancos ideales de Podemos sus intereses.

De momento estas ofertas no le van a valer, y tanto P’s como C’s van a votar en contra, aunque Albert Rivera parece temer que su candidato andaluz, Juan Marín, que ya firmó pactos municipales con los socialistas en Sanlúcar, esté a por atún y a ver al duque. Por si acaso, ayer convocó rueda de prensa en Barcelona para advertir que sus votos serán negativos si no hay compromiso por escrito para la salida de Chaves, que, según parece, no está por la tarea. En cualquier caso, y aún cuando se lo prometan por escrito, C’s lo tiene difícil para votar afirmativamente sin que se les rebelen un poco las bases. Rivera puede preguntar a Prendes, su hombre en Asturias, cómo fue su voto decisivo para investir al socialista Javier Fernández cuando era el único parlamentario de UPyD. Se hizo prometer un cambio de la ley electoral, pero no hubo nada y no tuvo manera de cobrarse el incumplimiento.

El único partido que es determinante y le basta con abstenerse es el PP, pero el gran Moreno le ha propuesto 146 medidas para poder seguir hablando. Quizá sería mejor que Susana aceptara el programa de Gobierno del PP. Seguramente es más corto y acabaríamos antes. Claro que también pueden abaratarlo con tal de evitar la repetición de los comicios.