ABC – 27/06/15
· Estrella su camioneta contra bombonas de acetato con la intención de causar una matanza.
· El presunto terrorista estaba fichado por la Policía por su radicalización desde 2006 Le Pen reclama retirar la nacionalidad a los musulmanes sospechosos y Sarkozy pide más vigilancia.
Francia vuelve a estar en pie de guerra contra el terror después de que un yihadista decapitara ayer a una persona –su jefe, gerente de la empresa para la que trabajaba–, colgase la cabeza de la víctima de una alambrada e intentara hacer volar una fábrica de gases industriales en Lyon con la intención de provocar una matanza y una nube tóxica sobre la zona. Por vez primera, un ciudadano francés ha sido decapitado por un yihadista en su patria. Barbarie que ha provocado la indignación de toda la sociedad francesa.
Poco antes de las diez de la mañana, el conductor de una camioneta de una pequeña empresa de transportes de la región de Lyon, Yassin Salhi (35 años), mató y decapitó a su jefe en el mismo vehículo en el que ambos viajaban en dirección a la fábrica de gases «Air Products», situada en el área industrial de la localidad de Saint-Quentin-Fallavier ( junto a Lyon). El asesino dejó el cadáver de la víctima junto a la entrada de la fábrica y colgó su cabeza en la verja metálica de la misma. Yassin Salhi tenía permiso oficial para entrar en la fábrica, como conductor de un vehículo que hacía frecuentes trabajos para la empresa. Una vez dentro del recinto fabril, Salhi estrelló su coche contra una «pirámide» de bombonas de acetato, provocando una explosión que causó varios heridos. Aunque frustrada, su intención era hacer estallar los grandes depósitos de gas de la fábrica para causar una matanza y una nube tóxica.
Bandera negra de EI
Los servicios de seguridad de la empresa consiguieron neutralizar y detener a Salhi con relativa rapidez. Pocos minutos después, los bomberos descubrían la macabra «puesta en escena» del asesino: la cabeza colgaba de la verja metálica del recinto de la fábrica, rodeada de inscripciones en árabe y una bandera negra similar a las de Estado Islámico. Una imagen que imitaba las grandes matanzas filmadas por los yihadistas de EI en Irak, Siria o Libia. Testigos del ataque afirman, además, que el terrorista profirió varios gritos en los que se proclamó «soldado» de Estado Islámico.
Las primeras y fragmentarias noticas del ataque causaron estupor e indignación
El presidente, François Hollande, tuvo las primeras informaciones del atentado en Bruselas, donde le acompañaba la canciller alemana, Angela Merkel, durante la cumbre europea celebrada ayer. Merkel, visiblemente conmocionada, se solidarizó de inmediato con el pueblo francés. Por su parte, Hollande aseguró que no se ahorrarían esfuerzos para garantizar la seguridad: «Hemos decidido desplegar importantes medios policiales en toda la región. Los sitios y centros industriales han sido protegidos para evitar nuevas tragedias. Ha sido un ataque terrorista. El Gobierno cumplirá con su deber, haciendo el trabajo que le corresponde: proteger a los ciudadanos, aclarar lo ocurrido, perseguir a los culpables y erradicar de nuestro territorio a los grupos o individuos responsables de tales actos».
Dos horas después, Hollande reunía en el Elíseo al Consejo Nacional de Defensa, integrado por el jefe de Gobierno (Manuel Valls) y los ministros de Interior (Bernard Cazeneuve), Defensa ( Jean-Yves Le Drian), Exteriores (Laurent Fabius) y Justicia (Christiane Taubira).
Poco antes de participar en el Consejo de Defensa reunido en París, el ministro de Interior hizo esta declaración: «Creemos que el autor del atentado pudiera ser Yassin Salhi, un personaje que estaba fichado por su radicalización desde el 2006. La Fiscalía antiterrorista, responsable de la investigación, deberá confirmar estas primeras investigaciones y sus posibles ramificaciones».
Manuel Valls, primer ministro, acortó un viaje oficial por el continente americano, para intentar participar en el Consejo Nacional de Defensa, declarando: «El terrorismo islámico ha vuelto a golpearnos. Debemos responder con serenidad y firmeza».
Condena de Le Pen
Marine Le Pen, presidenta del Frente Nacional (FN, extrema derecha), declaró: «Francia debe privar de la nacionalidad a los musulmanes sospechoso de islamismo criminal. Estamos amenazados por el terror islamista y debemos reaccionar con más energía». En la misma línea se pronunciaron todos los dirigentes socialistas, centristas, comunistas, ecologistas y de extrema izquierda.
Los mejores especialistas franceses en terrorismo islámico hacen análisis diversos del nuevo atentado, el cuarto, desde las matanzas del 7, el 8 y el 9 de enero pasado. Para unos, la primera reivindicación, verbal, basta para confirmar que la decapitación y atentado de la mañana del viernes fue obra de criminales próximos a Estado islámico; que lo reivindicarçá como propio muy pronto. Para otros, en cambio, pudiera tratarse de un atentado criminal perpetrado por un «lobo solitario». Esta tesis se desmoronaría si se detiene a cómplices del terrorista.
ABC – 27/06/15