Pepe Fernández-Vozpopuli

A pesar de los buenos augurios de la ‘cocina de Tezanos’, es tanta la preocupación de los socialistas que casi a contrapelo han sacado a mitinear, ‘in extremis’, a Felipe González

 Todo es muy raro, rarito. El debate sobre los verdaderos problemas que preocupan a los andaluces –el paro, la corrupción, la sanidad, la economía y la inmigración, por este orden– ha desaparecido de la escena. Ha sido secuestrado por una permanente confrontación sobre temas de la política nacional. Si no fuese por la cartelería electoral que desde el viernes copa vallas y farolas de las calles andaluzas, con los candidatos maquillados a golpe de PhotoshopSusana Díaz y Juanma Moreno Bonilla llamativamente retocados– los andaluces no captarían que lo que se vota son sus representantes en el Parlamento de Andalucía, futuros legisladores sobre los destinos de esta comunidad con más de seis millones de habitantes.

La campaña electoral andaluza está quedando desnaturalizada debido a la presencia y protagonismo absoluto de la mayoría de los dirigentes estatales de los partidos, a excepción de Pedro Sánchez que estará durante casi toda la campaña en viajes de Estado por América y Europa. El presidente solo ha previsto dos actos electorales junto a Susana Díaz, el primero de los cuales se celebró ayer domingo. El segundo está en el aire, pendiente de la agenda europea de Sánchez. En el PSOE, Susana Díaz, es la gran estrella, como ella quería, pese a que media docena de ministros tengan previsto bajar al sur durante esta campaña. Eso sí, tras soltar miles de millones en los últimos meses para Andalucía.

Sánchez y Díaz solo van a coincidir en dos actos electorales, uno ya celebrado, y el segundo en el aire, pendiente de la agenda europea del presidente

 Fue la propia Susana Díaz la que puso el parche antes de que engordara el grano del frustrado debate andaluz. La candidata, veterana y con dilatada experiencia, sabía con antelación en qué se iba a convertir esta campaña tan extraña, de ahí que el PSOE-A haya apostado por aparentar un debate netamente andaluz que, por supuesto, sabía de antemano que no se produciría. Díaz, cuando más éxito logra ante su clac, es cuando sus opositores meten la pata y hablan de su ‘gracejo’ o no saben argumentar sin faltar el respeto que la educación o la sanidad en la región hace aguas desde hace décadas. Ella se envuelve en la blanquiverde, se hace la víctima y todos la aplauden a rabiar.

Casado exime de responsabilidad a Juanma Moreno

Ha sido el propio Pablo Casado, tras los primeros compases de la fanfarria electoral, quien ha definido estas elecciones como una “primera vuelta de las generales” que podrían adelantarse incluso a las municipales, europeas y autonómicas de 2019.

Casi medio centenar de actos protagonizará el nuevo líder de los populares antes del 2D, arropando permanentemente a un candidato políticamente débil como Juanma Moreno y, de paso, asumiendo la plena responsabilidad de lo bueno o lo malo que le suceda a su partido en las urnas. Y es que el PP, tal y como ha diseñado su campaña, ha preferido abordar las autonómicas andaluzas en clave interna. Casado, que se instalará casi todo el tiempo en Andalucía, ha metido mano en la confección de las listas, colocando a gente que supone de su cuerda, los pocos andaluces que en las primarias internas apostaron por él frente a Cospedal y Soraya, que las ganó apoyada por Arenas y Bonilla.

Pablo Casado participará en 50 actos, asumiendo la plena responsabilidad de lo bueno o lo malo que le suceda a su partido en las urnas

Después han pretendido crear una imagen de unidad del partido que no se corresponde con la realidad que se percibe. Las caras y las expresiones de sus dirigentes sureños – por favor, sigan el rostro de Zoido– delatan preocupación, mucha preocupación, y por si faltaba algún ingrediente desestabilizador ahí quedó como brújula de análisis permanente en campaña el “CIS de Tezanos”, algo que ha irritado especialmente a los populares. Y eso que refleja que casi el 60%  de los andaluces quiere cambiar el color del gobierno, pese a que da por ganadora indiscutible a Susana Díaz.

 Situar al PP casi al mismo nivel de escaños que Ciudadanos y el bloque de izquierdas de IU-Podemos, da a entender que podrían perder la segunda posición en la cámara autonómica, una catástrofe en toda regla que devolvería al PP a los tiempos de AP con el jienense Gabino Puche al frente. Hasta Vox, anuncia la cocina del Chicote del CIS, podría entrar en el Parlamento por Almería, feudo tradicional e incuestionable del centro y la derecha andaluza desde que la UCD boicoteó allí el referéndum del 28F del 80.

La plana mayor de Cs esconde a Juan Marín

La encuesta del organismo oficial si perjudica a alguien es al PP-A, beneficiando a Ciudadanos que prácticamente tiene anulado a su candidato Juan Marín – el mismo que ha ayudado a Susana a gobernar durante tres años largos– acaparando casi todo el protagonismo la jefa de la oposición en Cataluña Inés Arrimadas y el propio Albert Rivera. Ambos atacan estos días por el flanco que más pupa pueden hacerle a Susana Díaz y al PSOE-A las contemplaciones del gobierno Sánchez –y sus socios coyunturales de Podemos– con el independentismo catalán. Esa quizás sea una de las claves de la subida espectacular que Tezanos vaticina para Ciudadanos y que prácticamente duplicaría sus resultados.

Albert Rivera e Inés Arrimadas acaparan todo el protagonismo en Cs, desplazando al ‘socio’ de Susana Díaz, Juan Marín

Es tanta la preocupación de los socialistas que casi a contrapelo han sacado in extremis a Felipe González a mitinear, con el patrocinio de la Cajasol que preside el amigo de la presidenta Antonio Pulido. Por cierto, ningún partido ha querido abrir la boca siquiera para opinar qué les parece la reciente ruptura del Pacto de Accionistas con la Caixa, en lo que muchos califican como una “privatización encubierta” –favorable a los intereses del PSOE– de una fundación donde sobra el dinero –20 millones año– y faltan auditorías y transparencia en su gestión. Mutismo total.

No parece, tras escuchar los primeros compases de la campaña, que cambie mucho la partitura que ejecutan las distintas formaciones. La cuenta atrás para la gran encuesta ha comenzado y, a día de hoy, la clave fundamental va a estar en el índice de participación de los electores andaluces el día 2, un dato que la cocina de José Felix Tezanos no nos ha ofrecido en lo que más bien parece un arma de propaganda e intoxicación (política) masiva.

La noche del primer domingo de diciembre, todos lo creen, será larga y no exenta de tensión. Añadan a eso que PP, Ciudadanos y Adelante Andalucía han jurado que no votarán, llegado el caso, a Susana Díaz como presidenta. ¿Repetición de elecciones? Veremos.