IGNACIO MARCO-GARDOQUI-EL CORREO

¿Cuánto tiempo más habrá que esperar a que se aclare el asunto de los fondos europeos? La UE anunció un programa para reanimar la economía del continente tras los destrozos causados por la pandemia tan gigantesco que a su lado el Plan Marshall parecía una sesión de caridad parroquial. Desde entonces todo han sido anuncios difusos, actuaciones gubernamentales inconcretas, proyectos empresariales fastuosos pero ‘non natos’ y todo ello sumido en la más absoluta de las oscuridades estadísticas. Nadie sabe a ciencia cierta cuántos proyectos han recibido el dinero aprobado y prometido y cuántos están en ya en marcha.

Es más. La entrega del dinero prometido estaba condicionada a la realización previa de una serie de reformas estructurales profundas, dirigidas a eliminar las numerosas deficiencias estructurales que padecemos y entorpecen nuestro necesario crecimiento. Por ejemplo, la financiación de las pensiones, una cuestión capital cuya solución solo la tiene clara el ministro Escrivá. Tras aplicarse con el gasto y conceder su indexación con el IPC, su gran idea fue subir las cotizaciones lo que arregló solo una pequeña parte de las carencias de ingresos. Para el resto, y en un alarde de imaginación, se le ha ocurrido subir las cotizaciones… un poco más. Tenemos poco empleo y todo lo que se nos ocurre es encarecerlo. ¡Gran idea!

De momento, salvo las empresas que hayan comprometido inversiones y no hayan recibido ayudas, nadie se muestra demasiado nervioso por esta prolongada indefinición. La comisión de control del Parlamento Europeo mandará a finales de febrero, que tampoco es cuestión de apresurarse, una misión oficial para comprobar cómo se están gastando los fondos. Sin duda es una buena noticia, porque no teníamos constancia de que se estuvieran gastando de verdad.

Solo queda confiar en que comparta la información con los demás antes de volverse a Bruselas. Si oyeron en su día las declaraciones que hizo la presidenta de dicha comisión no hay razón para dudar de sus intenciones. Y si comprueban ahora que, además de con el director general actual responsable de los fondos, piensa entrevistarse con su antecesora, dimitida sin explicación a mediados de octubre, es evidente que no cejará hasta conocer a fondo los entresijos de este complejo proceso de diseño tan ambicioso y de desarrollo tan oscuro.