Manuel López Sampalo-El Español 

  • En una larga precampaña en la que se han implicado todos los líderes nacionales, el juego sucio y las puñaladas traperas entre los partidos han hecho que la Junta Electoral de Andalucía se haya convertido por sorpresa en la principal protagonista.
 

La buena noticia es que el jueves se acaba la precampaña andaluza; la mala, que el viernes empieza la campaña electoral. Vox nos coja confesados. Esto es como esos colosos pirenaicos, en los que después de pedalear una hora cuesta arriba, piensas que estás en la cumbre y resulta que no has hecho más que aproximarte al puerto de primera. O como cuando te hartas de aperitivos en una boda y ya al borde del cólico te sientan a la mesa a almorzar: ¿Carne o pescado? Sal de frutas, por favor.

Los andaluces llevamos comiéndonos mítines encubiertos en clave electoral desde la Feria de Abril, a primeros de mayo. Por medio, la Feria del Caballo, la de Córdoba, las cruces de mayo y la Fiesta del Vino Fino, por mencionar los principales eventos, impregnados todos por la demagogia política, exacerbada en estas ocasiones. Y lo que te rondaré, Moreno: El Rocío, los carnavales de Cádiz y el Corpus coinciden en plena campaña.

Aunque vista la maglia rosaJuanma Moreno debe tener mucho cuidado no vaya a sufrir un desfondamiento. Esto es muy largo, pica hacia arriba y va a hacer mucho calor. El tío del mazo, como se dice en el argot ciclista, no entiende de colores. Así, si la precampaña se ha caracterizado por los golpes bajos, se espera una campaña de desgaste: son muchos kilómetros los que llevan ya acumulados los candidatos.

A priori el protagonista de esta larga precampaña electoral iba a ser el albero de la feria. Sin embargo, dado el juego sucio y puñaladas traperas entre partidos y candidatos, se ha erigido como árbitro y actor principal por sorpresa la Junta Electoral de Andalucía (JEA), que ha tenido que dirimir las tres principales polémicas vividas en los prolegómenos de la campaña andaluza.

Pero, antes que nada: «¿Qué coño es la JEA?»

«La JEA, como el VAR, ha tenido que intervenir en los tres golpes bajos que han protagonizado una precampaña marcada por el juego sucio»

La Junta Electoral de Andalucía, para quien no lo sepa, no es más que un órgano de la Administración Electoral en el ámbito de las elecciones andaluzas. Se compone de cuatro magistrados del TSJA y tres catedráticos o profesores de Derecho, designados a propuesta conjunta de los partidos.

Sus competencias son las de resolver consultas, quejas, reclamaciones y recursos que le eleven o le dirijan de acuerdo con la Ley Electoral de Andalucía; además de corregir las infracciones que se produzcan en el proceso electoral, si no son constitutivas de delito. Más cualquier otra que le atribuya la legislación electoral.

Así, la JEA, como el VAR, ha tenido que intervenir en los tres golpes bajos que han protagonizado una precampaña marcada por el juego sucio: el de Andaluces Levantaos y el PSOE a VOX, el de Izquierda Unida a Podemos y el de Por Andalucía a Adelante Andalucía.

1. Dale a tu censo alegría, Macarena

La coalición de izquierdas Andaluces Levantaos registró un recurso contra la candidatura de Macarena Olona en relación con su empadronamiento en Salobreña (Granada). Desde la coalición alegaban que la candidata por Vox «ha incumplido el requisito de vecindad» en Andalucía y que su empadronamiento es «ficticio» al no vivir de habitualmente en allí.

El Ayuntamiento de Salobreña, en manos del PSOE, dictó una resolución de inicio de baja de oficio en su padrón municipal a la candidata de Vox a la Junta de Andalucía. Finalmente, el recurso no prosperó y Olona sigue empadronada en el municipio granadino y podrá concurrir a los comicios.

Fuentes de Vox, muy ligadas a Macarena Olona, confirman que esta polémica les ha venido bien: «Nos están haciendo la campaña». Se muestran además bastante optimistas y afirman que dentro del partido ya se están repartiendo las consejerías. «Macarena va a arrasar», «manejamos unos datos brutales».

Nuestro confidente, a pesar de las encuestas ‒dice que «están todas infladas a favor del PP»‒, no las tiene todas consigo con que Juanma vaya a ganar las elecciones. «El PSOE tiene mucho arraigo en Andalucía y espérate que nosotros no demos el campanazo».

Este pretoriano del núcleo duro de Vox observa «un mal trato y muchos prejuicios de los medios hacia nuestro partido». Mas no duda en que esta supuesta «persecución periodística» le está haciendo la campaña a Macarena Olona: «nosotros estamos de brazos cruzaos«. «Cuantas más veces nos digan fascistas, más votos ganamos», asevera.

De la RTVA no quiere ni hablar y no oculta que a Álvaro Zancajo ‒fugaz director de informativos de Canal Sur y ahora jefe de campaña de la presidenciable alicantina‒ lo han fichado «para joder al PP».

2. El Frente Popular de Podemos contra el Frente Podemita Popular

Una vez más, la izquierda de la izquierda volvió a protagonizar un episodio digno de los Monty Python. Esta vez, el pulso entre Podemos e IU ‒entre el candidato de Pablo Iglesias (Juan Antonio Delgado) y la de Yolanda Díaz (Inma Nieto)‒ por encabezar la candidatura conjunta de la izquierda radical ‒donde también se incluyen Más País, Equo e Iniciativa de Pueblo Andaluz‒ acabó con el partido morado sin inscribir a tiempo ante la JEA y, por tanto, fuera de la coalición.

Vaya, como aquellos fax con el fichaje de verano que llegan a las 00:01 del 1 de septiembre y, por tanto, queda invalidada la transacción. Recuerdo que le pasó no hace mucho al Real Madrid con David de Gea. Suspiraran de alivio ahora los merengues teniendo a Courtois de guardameta en vez de a la mantequillosa pareja de Edurne.

Así, tanto Podemos como Alianza Verde sólo podrán brindar apoyo externo a este conglomerado partidista. Y el candidato de Podemos queda relegado al número 1… pero por Cádiz. Además, al no formar parte natural de la coalición, el resto de socios no se podrán beneficiar de las ventajas ‒en lo que a recursos electorales se refiere‒ de contar con más candidatos electos: si no me equivoco, sólo cuentan con una parlamentaria por IU.

«Teresa Rodríguez opina que Por Andalucía está haciendo ‘un favor a la extrema derecha’, dejando entreabierta la puerta ‘a una alianza con la derecha'»

3. Pioletazo de Inmaculada a Teresa

Si no parecía suficiente esta división dentro de la izquierda, la mencionada coalición Por Andalucía interpuso esta pasada semana un recurso ante la JEA para dejar a Adelante Andalucía ‒Teresa Rodríguez y Kichi‒ sin sus supuestos correspondientes recursos económicos electorales y sin participar en los debates en la tele pública. Alegaban la no representación parlamentaria de los anticapitalistas, una vez abandonaron el barco común de la extrema izquierda andaluza a mitad de la pasada legislatura.

La JEA dio por buena la petición traicionera de Inma Nieto y compañía, dejando a los de Teresa Rodríguez con una mano delante y otra detrás. Estos han decidido elevar otro recurso ante la Junta Electoral Central ‒padre madrileño de la JEA‒ para recuperar lo que aseguran que les corresponde legítimamente. Lo de Mercader a Trotski creo que dolió menos.

Fuentes muy ligadas a la líder de Adelante Andalucía, no quieren siquiera mencionar a Por Andalucía y cargan directamente contra la Junta Electoral Andaluza: «Ningún órgano de la administración es neutral. Y menos la Junta Electoral, que realiza su campaña, de forma arbitraria, en cada elección», dicen con relación a la comparativa entre la resolución del recurso contra Olona con el de Rodríguez.

Así, comentan que para la JEA, la candidata de Vox, «que no ha vivido nunca en Andalucía, empadronada fraudulentamente y que ni ha presentando una propuestas para el sur en el Congreso, no comete ninguna irregularidad en su candidatura y puede presentarse a las elecciones»; mientras que Teresa, «parlamentaria andaluza, exportavoz de Adelante, empadronada en un barrio andaluz, de la tierra, y que no ha cometido ninguna irregularidad en su candidatura, no sólo no dispondrá de recursos para la campaña, sino que se la invisibiliza y no puede participar en los debates».

4. De ‘suavones’ y líneas rojas

A este respecto, la política roteña se ha pronunciado diciendo que Por Andalucía está haciendo «un favor a la derecha y la extrema derecha», dejando entreabierta la puerta «a una alianza con la derecha». Así, la propia Inma Nieto ha asegurado que no descarta abstenerse para facilitar la investidura de Juanma Moreno, si con ello evita que Vox entre el Ejecutivo andaluz.

Rodríguez, como Olona, insiste en que parece que le tienen miedo y no quieren debatir con ella. «Yo no voy a atacar a la izquierda, pero en un debate de ‘suavones’, gana Macarena Olona».

Por su parte, el Partido Popular ha trazado unas líneas rojas con el partido Vox: «Las que marca el estatuto de autonomía». No se descarta en absoluto que de no conseguir los resultados deseados ‒»Voy a intentar gobernar en solitario», dice Juanma Moreno‒, hagan como Pedro Sánchez con Podemos, y tras repetir los comicios, ya sí, pacten con la formación de Santiago Abascal.

Todo esto cuando aún quedan cuatro días para que se le caiga el prefijo a la campaña. ¿Qué nos guardan para cuando el viernes 3 se desaten oficialmente las hostilidades?