EL MUNDO 24/03/13
· Navarro señala que la oferta de Mas para que el PSC entre en el Govern «llega tarde».
Artur Mas se presentó a las elecciones en noviembre con una doble propuesta: luchar contra la crisis y celebrar un referéndum separatista. Sólo consiguió 50 escaños (la mayoría absoluta se sitúa en 68) y pactó con ERC manteniendo ese doble objetivo. Cuatro meses después, el Govern no tiene presupuesto y la consulta está cada vez más en el aire.
El president podría haber cambiado de estrategia y plantearse buscar la complicidad del Gobierno central de Mariano Rajoy para que le ayude económicamente a cambio de enterrar su pacto con ERC y sus pretensiones independentistas, según publicó EL MUNDO el lunes.
El Govern no acaba de confirmarlo ni de desmentirlo, pero en los últimos días CiU ha dado algunas pistas que confirmarían la veracidad de esas informaciones. Ayer la presidenta del Parlament y dirigente de Unió, Núria de Gispert, se mostró partidaria de «esperar un poquito» para celebrar la consulta independentista, prevista para 2014.
«En estos momentos de ahogo económico, estoy convencida de que mucha gente, muchos, muchos ciudadanos verían con buenos ojos el pacto fiscal», explicó la presidenta del Parlament y dirigente de Unió en una entrevista en Catalunya Ràdio.
Sus declaraciones llegaban sólo un día después de que Mas ofreciese a los líderes de ERC, Oriol Junqueras, y del PSC, Pere Navarro, entrar en el Govern. El presidente catalán ya abogó por un Gobierno de concentración tras las elecciones, pero todos los partidos, incluida ERC, que le apoya en el Parlament, declinaron la oferta. En esta nueva invitación a ampliar su Gobierno, muchos han visto un intento de Mas de volver a la moderación a través de un pacto estable con los socialistas.
Pero el PSC no parece estar por la labor. Navarro lamentó que la oferta de Mas «llegue tarde y después de haber alimentado la confrontación». «Sólo tres meses después de firmar un acuerdo de estabilidad con ERC, Mas ya tiene que rectificar», señaló el líder de los socialista catalanes, en cuya opinión «no hay demasiado entendimiento entre Mas y Junqueras porque su pacto no funciona bien».
Todo apunta a que ese pacto entre nacionalistas y republicanos se está debilitando, principalmente porque Junqueras se muestra reacio a apoyar los Presupuestos de la Generalitat para este año, ya que estas cuentas incluirán un recorte de 4.400 millones que el electorado de ERC no verá con buenos ojos.
Sin embargo, Mas sabe que todavía no ha llegado el momento de romper con sus aliados. Por eso, no se ha cansado de decir durante los últimos días que el acuerdo «es sólido». Además, tanto Mas como otros dirigentes de CiU no dudan en repetir que mantienen la voluntad de celebrar el referéndum independentista sabedores de que en esa consulta está puesta casi toda la ambición política de los republicanos.
El secretario de Organización de CDC, Josep Rull, reiteró ayer, para paliar las declaraciones de De Gispert, que «existe un compromiso para conseguir una mayoría social por el estado propio». También quiso aclarar que la celebración de esa consulta y la lucha contra la crisis no son incompatibles: «Vinculamos el derecho a decidir con la lucha para salir de la crisis, son dos aspectos que van juntos», aseveró Rull.
Y mientras, ERC mantiene un cierto perfil bajo a la espera de lo que pueda pasar. No se opone a que el PSC entre en elGovern, pero sí está radicalmente en contra de que eso dé al traste con el referendo: «Estamos a favor de sumar a todo lo que sea necesario para evitar unos Presupuestos con un recorte del Gobierno de 4.000 millones, y siempre en torno al derecho a decidir sin condiciones ni supeditaciones del Gobierno», tal y como plantea el PSC, indicó la secretaria general de ERC, Marta Rovira.
EL MUNDO 24/03/13