Los socialistas no pactarán con la coalición soberanista salvo que pida el fin de ETA, lo que impide una mayoría alternativa
UPN está a un paso de volver a gobernar Navarra al constatarse que es imposible conformar una mayoría alternativa a la lista encabezada por la regionalista Yolanda Barcina. La única opción pasaba por una compleja alianza integrada por el PSN, Nafarroa Bai, Izquierda-Ezkerra (una alianza entre IU y Batzarre) y Bildu. Pero los socialistas dejaron claro ayer que el pacto con la coalición soberanista formada por EA, Alternatiba y la izquierda abertzale es inviable por un motivo: su rechazo a pedir el fin de ETA.
El PSN hizo está declaración tras cerrar la ronda de contactos abierta con el resto de formaciones con representación en el Parlamento foral. Tras las elecciones del pasado 22 de mayo, UPN obtuvo 19 escaños, a siete de la mayoría absoluta. Su aliado más factible era el PP, pero solo consiguió cuatro representantes. A partir de ahí surgió la posibilidad de una alianza progresista, una opción que ya se barajó hace cuatro años pero que acabó decayendo por las dudas socialistas a un acuerdo con Nafarroa Bai.
Este año todavía era más complicado, ya que también se necesitaban los votos de Bildu. Y el pacto se ha confirmado como inviable. Tras reunirse con todos los grupos, el secretario general del PSN, Roberto Jiménez, constató «algunas coincidencias» con UPN, una «gran coincidencia» con Izquierda-Ezkerra y una «importante coincidencia» con Na-Bai pero, «a la vista de que Bildu no ha aceptado» pedir el fin de ETA, a partir de ahora «le toca la iniciativa a UPN». Durante el encuentro con la coalición soberanista, los portavoces de Bildu le entregaron una copia del Acuerdo de Gernika «como muestra de su compromiso con la paz y la normalización política».
Un documento insuficiente para Jiménez. Incluso, el dirigente socialista subrayó que la conformación de un gobierno progresista «hubiese sido sencillo» si entre PSN, Na-Bai e Izquierda-Ezkerra hubieran sumado una mayoría parlamentaria.
Estabilidad
La distancia parece insalvable. Pero Barcina también tiene que superar sus obstáculos. La candidata de UPN subrayó que la «única posibilidad» que existe en Navarra para contar con un gobierno «estable y que genere confianza» es que «nazca por el acuerdo entre UPN y PSN». En caso contrario, advirtió, el Ejecutivo «sería un desgobierno». «Descartamos cualquier otra fórmula que no sea UPN y PSN, nosotros somos claros», sentenció.
Pero como «condición imprescindible» para continuar con las negociaciones con los socialistas, UPN reclamó al PSN que bien se abstenga o apoye mañana al candidato regionalista para la Alcaldía de Pamplona. Y el PSN ha anunciado que votará a favor de su aspirante a alcalde, lo que favorecería a la lista foralista. Los regionalistas fueron la primera fuerza en la capital, seguidos de Nafarroa Bai, Bildu y los socialistas.
EL CORREO, 10/6/11