EL CORREO – 08/10/14
· El jefe del Ejecutivo ha planteado ya de manera formal la «reformulación» del suelo ético a Arraiz y Mendia, que pide «prudencia».
El Gobierno vasco insistirá en buscar un acuerdo político en materia de paz y convivencia, convencido tras el fiasco del exiguo gesto de desarme que hizo ETA en febrero de que el desbloqueo del final definitivo de la violencia pasa por el diálogo en todos aquellos foros contemplados en el plan de paz, especialmente en la ponencia parlamentaria constituida la pasada legislatura a tal efecto. Mientras Jonan Fernández ha redoblado en privado los contactos con los distintos grupos políticos y con los integrantes del futuro consejo consultivo para la normalización, el lehendakari Urkullu ha asumido en persona la tarea de alumbrar una «reformulación» de la redacción del denominado ‘suelo ético’ que sustenta la ponencia de paz, el caballo de batalla que mantiene al PSE fuera del citado foro parlamentario.
Con el objetivo declarado de lograr el regreso de los socialistas vascos y la incorporación del PP, que, tras la vuelta de la izquierda abertzale al Parlamento esta legislatura ni siquiera ha participado en la constitución de la ponencia, el lehendakari ha recogido rápidamente el guante que le lanzó EH Bildu en el pleno de política general, el 25 de septiembre. La coalición abertzale, a la que socialistas y populares reprochan que no haya hecho un pronuciamiento claro sobre el error de haber justificado la violencia, mostró en la tribuna su disposición a revisar desde una «nueva perspectiva» la actual redacción del suelo ético para «facilitar» la reactivación del foro.
Tras la reunión que el pasado lunes mantuvo Urkullu con el presidente de Sortu, Hasier Arraiz, en la que el líder de la izquierda abertzale se comprometió a ir «un paso más allá» en su reconocimiento autocrítico del pasado y del daño causado por ETA, el portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, «saludó» ayer la iniciativa de Bildu y confirmó que existe un «marco nuevo» para explorar acuerdos en materia de paz y convivencia que atribuyó a un «cambio de actitud» en la izquierda abertzale. Es más, Erkoreka valoró específicamente la «nueva disposición» de EH Bildu, en la que el Gobierno vasco ve una clara voluntad de «flexibilizar posturas» y modular sus demandas políticas y postulados de máximos para propiciar la consecución de «acuerdos de país» no solo en materia de paz y convivencia, sino también en el terreno presupuestario.
«Saludamos la disposición de la izquierda abertzale a reflexionar y replantear una nueva perspectiva en torno al suelo ético», insistió el portavoz tras el Consejo de Gobierno celebrado ayer en Gernika para conmemorar la constitución del gabinete de José Antonio Aguirre en 1936. No en vano, el lehendakari ha planteado ya esa posible nueva redacción del texto base de la ponencia tanto a Arraiz como a la secretaria general del PSE, Idoia Mendia, a quien recibió en primer lugar en el arranque de su ronda de contactos, el pasado miércoles, y hoy trasladará idéntico planteamiento a la presidenta del PP vasco, Arantza Quiroga.
Actividad «atroz»
En cualquier caso, aún no existe una redacción definitiva de la nueva propuesta, que Mendia prefirió acoger con cautela y sin echar las campanas al vuelo. La dirigente socialista pidió ayer «prudencia» hasta ver «qué es exactamente lo que proponen y qué cambio supone eso sobre la situación que tenemos hasta este momento». El cambio de posición del PSE exigirá, en todo caso, un pronunciamiento inequívoco y contundente de EH Bildu, sobre todo en un período ya abiertamente preelectoral en el que todas las fuerzas políticas miden al milímetro sus movimientos. Por su parte, la ‘número dos’ del PP, Nerea Llanos, dejó claro que para que su partido se plantee participar en la ponencia, la izquierda abertzale debería asumir una «base ética» clara, que pasaría por dejar claro que «ETA no debió existir y que su actividad fue atroz y debe censurarse y condenarse».
Lo que ha quedado claro es que el Gobierno vasco y Bildu han restablecido los puentes e inaugurado un nuevo clima de confianza, que ambos están interesados en subrayar. Arraiz salió de su cita con Urkullu satisfecho y destacó la actitud «positiva» de su interlocutor aunque no ocultó sus recelos, convencido de que el Ejecutivo «mira demasiado» al PSE porque le resulta «más cómodo» acordar los Presupuestos con los socaialistas.
Ayer, Erkoreka recalcó que, en su búsqueda de la «estabilidad institucional», el gabinete de Urkullu «no selecciona ni jerarquiza» a sus posibles socios, e insistió en que la voluntad del Ejecutivo de mantener intacto el gasto social es «clara e inequívoca». En el ámbito del autogobierno, en cambio, el Gobierno se muestra mucho más renuente a pisar el acelerador y apuesta por «respetar» sin cambios el calendario de la ponencia.
EL CORREO – 08/10/14