Urkullu envía una nueva oferta al presidente sobre paz y desarrollo del Estatuto

EL CORREO 01/05/14

· Mariano Rajoy vuelve a tener a Iñigo Urkullu en ascuas, en expresión acuñada en su día por el propio lehendakari. Casi dos meses después de su última reunión y ante el «silencio» del presidente a sus demandas, el máximo responsable del Gobierno vasco ha realizado un nuevo intento de implicar al jefe del Ejecutivo central en la gestión de la paz en Euskadi y en la resolución de temas pendientes como el Cupo, las transferencias del Estatuto sin cumplir o las nuevas infraestructuras estratégicas, según fuentes nacionalistas.

Urkullu «volvió a hacer llegar» a Rajoy a mediados de marzo una nueva oferta similar a la transmitida en el cara a cara discreto de La Moncloa del pasado 4 de febrero. Rajoy no ha respondido a los requerimientos del mandatario vasco en aquella reunión, por lo que el lehendakari ha decidido mostrarse insistente, según los medios consultados.

Urkullu dio ayer alguna pista al asegurar que está «pendiente» de que el presidente del Gobierno responda a su nueva oferta para trabajar «conjuntamente» en el ámbito de la paz, necesario para conseguir el objetivo de «una convivencia normalizada». «Estamos ante un escenario nuevo y esto merece un trabajo», agregó en una entrevista en la Cadena Cope. Urkullu explicó que esta reclamación se ha incluido en un planteamiento que ha hecho llegar al presidente «hace unas semanas», concretamente a mediados de marzo según ha podido saber este periódico, y en el que también le ha solicitado el «cumplimiento íntegro del Estatuto de Gernika».

Las peticiones de Urkullu son las mismas que llevó en su agenda en la reunión discreta en Madrid hace dos meses. Los temas de paz y convivencia ocupan una parte principal. Urkullu plantea una serie de iniciativas, entre las que incluye una flexibilización de la política penitenciaria y medidas para fomentar la memoria de las víctimas y la futura convivencia en la Euskadi en paz. Rajoy y su equipo se mantienen en una postura de no mover ficha con los presos, en tanto ETA no se disuelva.

Otro asunto en el que Urkullu no quiere dar su brazo a torcer es en la necesidad de completar el Estatuto con las transferencias pendientes, entre ellas ferrocarriles, algunas autopistas de titularidad estatal, puertos y aeropuertos, el régimen económico de la Seguridad Social o la gestión de Prisiones.

EL CORREO 01/05/14