EL PAÍS, 27/8/11
El PNV considera que el pacto afecta a las competencias económicas y fiscales
El PNV ha entrado en la precampaña electoral para los comicios de noviembre sin medias tintas. Después de anunciar anteayer que va a proponer una reforma constitucional para incluir el «derecho a decidir» del pueblo vasco, al hilo del acuerdo pactado entre PSOE y PP para llevar a la Carta Magna la limitación del déficit, su presidente, Iñigo Urkullu, emplazó ayer al lehendakari, Patxi López a que explique cómo va a afectar esa refoma a las competencias vascas en materia económica.
Horas después de que se conociese el texto exacto de la reforma acordada por socialistas y populares, Urkullu aprovechó el el tradicional acto en Zarautz con que su partido inaugura el curso político tras las vacaciones para exigir al lehendakari que convoque de forma inmediata la Comisión Mixta del Concierto. Este es el órgano en el que los Gobiernos central y vasco dirimen cualquier cuestión relacionada con el regimen económico vasco.
La intención sería que el Ejecutivo de Vitoria conociese de primera mano qué afección tiene sobre el autogobierno la limitación del déficit. Pero políticamente también sirve al PNV para incomodar a López, quien ya el pasado miércoles había marcado distancias con la propuesta anunciada por el presidente Zapatero y defendido que las comunidades autónomas deberían tener garantizado un margen de autonomía financiera.
«Se trata de una reforma que afecta también al autogobierno vasco, a nuestras competencias propias, a la definición de cuáles son las políticas económicas y fiscales», enfatizó Urkullu. «¿Cómo el lehendakari López no ha planteado la convocatoria inmediata de la Comisión Mixta del Concierto?» se preguntó a renglón seguido tras aseverar que las instituciones vascas «tienen una responsabilidad directa ante esta materia».
El líder del PNV se mostró mucho más explícito en pedir explicaciones que en aclarar cómo va a ser su propia propuesta de modificación constitucional para incluir el derecho de autodeterminación. «Vamos hablar de economía, pero como PNV vamos a plantear también una reforma que reconozca nuestros derechos como pueblo y como nación», se limitó casi a señalar.
Urkullu eliminó al final del discurso que los servicios de su partido habían distribuido previamente un parrafo en el que recalcaba que el objetivo de su partido para el nuevo curso político es «relanzar la construcción nacional de Euskadi». Fuentes peneuvistas atribuyeron este hecho a la falta de tiempo.
Sí mantuvo Urkullu la parte de su intervención en la que explicó a muy grandes rasgos las líneas de la ponencia política que el próximo 14 de septiembre se remitirá a los afiliados para inciar el debate previo a la Asamblea Nacional de enero de 2012. Urkullu será previsiblemente reelegido presidente a la vez que se apruebe la ponencia Euskadi, nación europea, que incorporará la propuesta de «nuevo estatus político para Euskadi» sobre la base del reconocimiento de la nación vasca.
Urkullu designó a su partido como el único vehículo capaz de transformar a Euskadi en una «nación» dentro de Europa, vista la, a su entender, incapacidad de Bildu y del «paso atrás» dado por el País Vasco desde que es gobernada por el «frente constitucional» del PSOE y el PP.
Tanto el jefe de filas peneuvista como su presidente en Guipuzcoa, Joseba Egibar, dejaron meridianamente claro, con duros ataques a Bildu, que la coalición independentista es uno de sus principales enemigos a batir en las urnas del 20-N. El objetivo de ambos en sus intervenciones fue desenmascarar «el testimonialismo vacío» de Bildu. «No hace lo que tiene que hacer. No exige a ETA el cese definitivo. Lo escriben en sus papeles, pero la sociedad sabe que ese papel está mojado», destacó Urkullu.
No fue su única crítica: «Bildu no guarda la más mínima sensibilidad para con las víctimas del terrorismo. Y cuando hablan de estos temas, desde sus responsabilidades institucionales, nos hacen sentir vergüenza. Como vascos y como abertzales sentimos vergüenza de su comportamiento».
«No vamos a hacer borrón y cuenta nueva» con los herederos de Batasuna tras todas sus actuaciones a lo largo de estos años, sostuvo Egibar, quien también acusó de nuevo al Gobierno español de frenar el relanzamiento de la economía vasca.
EL PAÍS, 27/8/11