EL CORREO 29/06/13
· Sortu acusa a Patxi López de pactar con el PSOE su candidatura para suceder a Rubalcaba a cambio de «olvidarse» del proceso abierto tras el cese de ETA.
«La ponencia de paz no está en vía muerta, pero su gestión es difícil». El lehendakari quiso ayer trasladar un mensaje el clave optimista sobre el foro parlamentario, dos días después de que los partidos que lo conforman, PNV, PSE y EH Bildu, se vieran abocados a hacer un alto en el camino –al menos hasta mediados de septiembre– para replantearse el futuro del mismo.
La decisión de paralizar los trabajos de la ponencia partió de los socialistas. Su portavoz en este foro, Rodolfo Ares, advirtió que «no se dan las condiciones básicas para avanzar en los trabajos», en alusión a la negativa de EH Bildu a asumir el suelo ético aprobado por la Cámara de Vitoria, y abogó por abrir un tiempo para reflexionar y ver si es posible encontrar puntos de encuentro, «que todavía están lejanos». El objetivo que persigue este parón es triple: comprobar la evolución de la antigua Batasuna, explorar las posibilidades de acuerdo en torno al plan de paz del Gobierno vasco y dar un margen al PP para que reconsidere su incorporación al foro.
Iñigo Urkullu, que siempre ha defendido la importancia de la ponencia como escenario para forjar acuerdos en materia de pacificación –llegó a pedir personalmente a los populares que se sumaran a este órgano–, no tira la toalla. Todo lo contrario. Pese a reconocer que el trabajo de la ponencia es «complicado», si bien apostó por su continuidad porque, subrayó, «todos deben participar en el proceso para poner las bases de la convivencia». «No es fácil, la violencia ha dejado heridas en la sociedad y hay que ir paso a paso», declaró el lehendakari, que confió en que tras el verano «todos tengan aportaciones en este sentido».
Si la postura del PSE «extrañó» a Urkullu, huelga decir a la izquierda abertzale. Es más, tanto el portavoz del PNV, Joseba Egibar, como su homóloga en EH Bildu, Laura Mintegi, coincidieron el miércoles a la hora de manifestar su «sorpresa» por las declaraciones que Rodolfo Ares realizó al término de la reunión de la ponencia por no corresponderse, según aseguraron, con su intervención en el seno del foro, que se celebra a puerta cerrada. Ayer, las críticas provinieron de Sortu y no se centraron precisamente en el exconsejero de Interior. En una comparecencia en San Sebastián, Pernando Barrena y Amaia Izko acusaron al líder del PSE, Patxi López, de haber pactado con los «poderes internos» del PSOE el respaldo a su candidatura para suceder a Alfredo Pérez Rubalcaba a cambio de apoyar la «recentralización del modelo de Estado» y «olvidarse» del proceso de paz.
Para los dirigentes de la izquierda abertzale la decisión de los socialistas vascos responde a una postura «sobreactuada» que tendría su origen en Madrid. En concreto, en Ferraz. Y es que, a juicio de Sortu, lo que estaría en juego aquí es que López es «la gran esperanza blanca» para coger las riendas del partido a nivel nacional. «El PSE desaparece, aquí solo va a haber PSOE», denunciaron.
«Autocrítica»
Barrena e Izko se refirieron, asimismo, al reproche que desde el resto de formaciones –en especial socialistas y populares– se hace a la antigua Batasuna por no asumir el llamado «suelo ético» que aprobó el Parlamento vasco. En el texto se recalca, entre otras cuestiones, que «la consolidación de este nuevo tiempo solo será posible con la desaparición definitiva de ETA» y se pone en valor la memoria de las víctimas como herramienta para deslegitimar la violencia. Según censuraron, con las exhortaciones a EH Bildu se pretende que la izquierda abertzale «abandone» su posición política para «dar la razón» al resto. «Y eso – apuntaron– sencillamente no va a ocurrir». Desde Sortu rechazaron que nadie les dé «lecciones» cuando, «solo la izquierda abertzale ha hecho autocrítica sobre su posición respecto a las víctimas y su consideración a futuro», añadieron.
Ajenos a las críticas, los socialistas se reafirmaron ayer en su decisión de paralizar temporalmente la ponencia de paz. Así, Rodolfo Ares insistió en que resulta «evidente» que «no se dan las condiciones para avanzar», hasta que EH Bildu no entienda que para llegar a acuerdos con los demás «debe haber unas bases democráticas que hay compartir, y en su práctica diaria hace lo contrario». «Todos sabíamos que no sería fácil y hay que dar tiempo. Lo que no vamos a permitir es que se reescriba la historia para que ellos puedan lavar sus responsabilidades en el pasado», apostilló.
EL CORREO 29/06/13