EL CORREO 23/04/13
· Los populares también marcan distancias con el Gobierno al considerar que es un proyecto «sectario e ineficaz».
Las posibilidades de que el Gobierno vasco apruebe sus Presupuestos menguan a medida que pasan los días y se acerca el pleno parlamentario de este próximo viernes, cuando se votará la devolución o no del proyecto redactado por el equipo de Iñigo Urkullu. El lehendakari recibió ayer un nuevo portazo de UPyD, mientras el PP, el grupo que faltaba por hacerlo, registró una enmienda a la totalidad. Y el partido de Gorka Maneiro y los populares eran los únicos clavos a los que, aparentemente, podía agarrarse el PNV, por lo que la prórroga presupuestaria parece evidente.
De hecho, la negociación de las Cuentas públicas lleva más de un mes metida en una especie de paripé con un escenario final bien definido –el de la prórroga– al que sólo le queda poner la confirmación oficial para salir del bucle en el que está metida. Desde el PNV, obligado a buscar el apoyo de 11 parlamentarios dada su situación de minoría, se insiste en que están dispuestos al diálogo con el resto de fuerzas. Pero todos los grupos de la oposición coinciden en que el Ejecutivo está mostrando escasa cintura política. Y a este rechazo los jeltzales responden con otra supuesta oferta que vuelve a ser menospreciada por los demás partidos.
En un primer momento, su socio ‘deseado’ era el PSE, pero los socialistas llevan semanas diciendo que sólo un giro total en la política de ingresos podría facilitar el consenso. Y el Gobierno rechaza esta opción. En un intento por cerrar las especulaciones, la formación de Patxi López decidió no registrar ni una sola enmienda parcial a los Presupuestos, una forma de trasladar el mensaje de que o hay un cambio radical en el proyecto o no se aceptarán «parcheos».
Otra vía sería la de intentar alcanzar un acuerdo paralelo en materia fiscal que atrajese a los socialistas. Pero desde el PSE se subraya que no hay avances y que, en todo caso, formaría parte de los compromisos «de fondo» y «de país» que López ha defendido durante las últimas semanas. Y, en principio, serían más a futuro, posteriores al debate de las cuentas públicas.
A la firmeza del PSE se une la de EH Bildu, que también ha lanzado duras críticas al proyecto del Gobierno, por lo que se hace difícil pensar que vote en contra de la devolución presupuestaria. Aunque en este caso, sí ha presentado enmiendas parciales. Con los socialistas y la izquierda abertzale en contra, al Ejecutivo sólo le quedaba una rendija a la esperanza: el apoyo del PP y UPyD.
Las dos formaciones han sido las únicas citadas de manera oficial para una última ronda esta semana con el consejero de Hacienda, Ricardo Gatzagaetxebarria. Desde el Gobierno vasco se matiza que su voluntad también es reunirse con el PSE y EH Bildu, pero desde ambos grupos se sostiene que no han recibido ninguna llamada.
Y visto el resultado del encuentro celebrado ayer entre Gatzagaetxebarria y Maneiro, las pocas opciones que había de que el único parlamentario de UPyD sacase del atolladero a Urkullu se esfuman. «El Gobierno no tiene ninguna voluntad de acercarse a nuestros planteamientos. Nos ha dicho prácticamente que no a todas nuestras condiciones», recalcó Maneiro.
La postura del PP
Desde un inicio, la posibilidad de que el representante de UPyD avalase al lehendakari se antojaba lejana, dado que entre sus 16 exigencias está la eliminación de las ayudas a las ikastolas del País Vasco francés y de las delegaciones de Euskadi en el exterior, dos reivindicaciones que el Ejecutivo no está dispuesto a conceder. Pero ayer Maneiro pareció dar el portazo definitivo: «Mantendremos nuestra enmienda a la totalidad y la defenderemos».
En realidad, el único grupo que ha mostrado una actitud más o menos abierta al acuerdo ha sido el PP. Aunque con matices, porque Antonio Basagoiti siempre ha supeditado ese hipotético consenso a que Urkullu aceptase alguna de sus propuestas y a que se sumase el PSE. Los populares no ocultan su malestar con los de Patxi López, al considerar que han mantenido una posición demasiado intransigente.
Aun así, Arantza Quiroga y Antón Damborenea registraron ayer su propia enmienda a la totalidad contra un proyecto que consideran «sectario e ineficaz». A pesar de esta contundencia, los populares podrían retirar a última hora su texto. Hoy se reúnen con Gatzagaetxebarria. Pero aunque la cita lo cambiase todo, a Urkullu le seguiría faltando un voto.
EL CORREO 23/04/13