Ignacio Marco-Gardoqui-El Correo

  • ¿Cuántos empleos ha creado la ministra Belarra de esos que se pagan desde el bolsillo particular y no desde los presupuestos que alimentan otros, entre ellos y de manera especial el presidente de Mercadona?

El resultado estaba cantado. Si usted pone en la parte izquierda y arriba de la página la noticia de que los alimentos han subido más de un 16% en un año. Si coloca en la parte baja, a la derecha, los resultados obtenidos por Mercadona en 2022, con unos beneficios por encima de los 700 millones y los casi 90 que se lleva de beneficios. Y si lo enmarca todo en una frase editada, recortada y muy parcial de lo dicho el martes por su presidente «hemos subido los precios una burrada» pues está todo claro y le habrá hecho el discurso a la ministra Belarra que, entre sus muchas virtudes, no figura la finura en el análisis, ni la reflexión en las conclusiones. Por eso dijo: «Hay que topar los precios de los alimentos para frenar a los especuladores».

La conclusión es directa y, como sucede casi siempre cuando se refieren a temas complejos, las conclusiones sencillas acostumbran a ser equivocadas o, al menos, muy incompletas. En primer lugar, habría que citar la frases de Juan Roig de manera más completa. Dijo también, aunque eso ha salido muy poco, que ha subido los precios un 10% y que a él le han subido un 12% sus suministradores. Si es así, sus márgenes no han aumentado sino que han disminuido. También dijo que había vendido 31.000 millones de euros en sus tiendas. ¿Tendrá algo que ver el incremento de las ventas con los beneficios obtenidos? Suelen hacerlo. Y luego mencionó los 3.000 puestos de trabajo creados y los mil millones invertidos. Si todos esos datos dibujan a un especulador… Por comparar, ¿cuántos empleos ha creado la ministra Belarra de esos que se pagan desde el bolsillo particular y no desde los presupuestos que alimentan otros, entre ellos y de manera especial el señor Roig? ¿Cuánto ha arriesgado en inversiones para fomentar la actividad y el empleo? ¿De cuántos millones de ventas (no de gastos) se responsabiliza?

Y luego, su manera de arreglar el problema de los precios es pueril. Topar lo precios y manejarlos a voluntad es el sueño de todo dictatorzuelo que se precie. Pero no es tan fácil. ¿Qué precios va a topar? Probablemente se refiera a los de venta en las grandes superficies. Ya, ¿pero qué va a hacer con los precios en origen de los productos que allí se venden? ¿Qué va a hacer con los fertilizantes, los pesticidas, el agua del riego, las labores del campo etc… que pagan los productores en origen? ¿Qué hará con los precios del transporte? ¿Topará también los carburantes, los peajes y los seguros? ¿Qué hará con los salarios? Tranquilos, con eso no se atreve, ni lo considera necesario.

Y que no ponga el ejemplo francés. Allí no han topado nada. Han ‘incentivado’ a las grandes superficies para que ofrezcan productos necesarios a precios recortados. Vamos, algo tan poco original que es una práctica habitual en todas las grandes, y en las pequeñas, superficies. ¿O no se ha encontrado usted nunca con ofertas de productos rebajados? Yo mantengo la mía: Deme un Roig y le doy mil Belarras.