Editorial, EL CORREO, 24/6/12
La incógnita sobre la fecha de los comicios vascos genera indecisión en el electorado
La encuesta de Ikerfel que hoy publica EL CORREO ha sido realizada cuando la fecha de las próximas elecciones autonómicas constituye una incógnita prácticamente insondable a pesar de que sea evidente el agotamiento de la legislatura. Que una cuarta parte de las personas entrevistadas se declaren indecisas puede explicarse en buena medida por dicho interrogante. Pero tal fenómeno -que en Álava llega a representar a una tercera parte de los electores- en ningún caso impide constatar las tendencias de voto que determinarán el escrutinio final. La irrupción en el escenario electoral de EH-Bildu como una alianza conformada por partidos plenamente legales introduce un factor novedoso solo hasta cierto punto, en tanto que sus expectativas confirman el resultado obtenido por Bildu en las forales y locales y por Amaiur en las generales del 20-N. Junto a ello cabe destacar la posición de ventaja de la que parten el PNV y su virtual candidato a lehendakari, Iñigo Urkullu, aupados al primer lugar del pronóstico ciudadano en cuanto a la persona que se instalará en Ajuria-Enea y al partido que obtendrá más escaños en el Parlamento autonómico. Un vaticinio en el que sin duda incide la convicción generalizada de que el pacto PSE-PP no podrá reeditarse en la próxima legislatura, tanto por su exigua suma de escaños como, sobre todo, por el intempestivo final del llamado ‘gobierno del cambio’. La percepción de que el ciclo de Patxi López constituye un paréntesis pasajero pesará sobre la notable solidez que refleja el liderazgo del actual lehendakari entre las bases socialistas. El hecho de que las perspectivas electorales de las cuatro grandes opciones sitúen al PNV y a EH-Bildu claramente por encima del PSE-EE y del PP afianza el pronóstico de una amplia mayoría nacionalista en la Cámara de Vitoria. Los encuestados se dividen en cuanto a las opciones poselectorales entre quienes se muestran partidarios del entendimiento entre jeltzales y socialistas (34%) y aquellos que se inclinarían por una alianza marcadamente soberanista entre el PNV y la izquierda abertzale (38%). Resulta significativo que esta segunda opción logre una mayor adhesión y sea la preferida tanto entre los votantes más jóvenes como entre los mejor situados socialmente. Aunque las condiciones descritas por la encuesta serían en realidad propicias a que el PNV se aventurase a gobernar en solitario buscando apoyos alternos entre los otros grupos parlamentarios.
Editorial, EL CORREO, 24/6/12