EL CORREO 02/07/14
El Colectivo de Víctimas del Terrorismo de Euskadi, Covite, afrontó ayer el segundo día de sus jornadas de pacificación de Madrid. Y lo hizo con un mensaje muy duro contra el Estado por su «dejación», denunciaron, a la hora de hacer «Justicia». Josu Puelles, hermano del policía nacional Eduardo Puelles; Ana Iribar, viuda de Gregorio Ordóñez, y Laura Martín, viuda de Juan Carlos García Goena –los dos primeros fueron asesinados por ETA y el último por los GAL–, coincidieron en recordar que son más de trescientos los crímenes pendientes de resolver, mientras «somos nosotros, las víctimas, quienes tenemos que impulsar ante la Fiscalía las investigaciones». No dudaron en este sentido en criticar a los gobiernos, tanto vasco como central, no solo por «no hacer justicia», sino también por «no hacer nada por devolver la dignidad a las víctimas».
«El dolor jamás desaparecerá si no hay justicia; un final así sería indigno para las víctimas», subrayó Laura Martín. La viuda de García Goena censuró la «indiferencia» de la sociedad vasca y el interés de algunas instituciones por «blanquear» la responsabilidad de los «amigos del tiro en la nuca». En esta línea, Ana Iribar criticó el «absurdo» plan de paz abanderado por el Ejecutivo de Vitoria, al tiempo que advirtió al PNV y a la izquierda abertzale que «no tienen legitimidad para manosear la dignidad de las víctimas». «Por mucho que pidan el desarme, lo único que quieren es resolver su situación». «Al diablo –dijo– con sus discursos fariseos».
También en Madrid, aunque como interviniente en las jornadas organizadas por el Gobierno vasco en la Complutense, el que fuera director de Víctimas del Ejecutivo de Zapatero, José Manuel Rodríguez Uribes, afirmó que «España y las víctimas están preparadas para que se aplique la ley», en alusión a un cambio en la política penitenciaria, tal y como reclamó la víspera el lehendakari. «Nadie está pidiendo una reinserción al margen de nada, ni de innovar, es la Constitución la que marca el camino», apostilló.