Maite Pagazaurtundua ha presentado hoy el libro escrito por Florencio Domínguez, Rogelio Alonso y Marcos García Rey, conocidos periodistas o profesores especializados en el fenómeno terrorista, que han estado arropados en el acto por algunas víctimas y por el autor del prólogo, Fernando García de Cortazar.
La presidenta de la Fundación de las Víctimas del Terrorismo (FVT), Maite Pagazaurtundua, ha presentado hoy el libro ‘Vidas rotas’, «un monumento realizado con palabras» a las víctimas de ETA, en el que se desglosa su letanía de muerte y se aprecia el «coste brutal» que ha tenido el terrorismo en España.
Los autores del libro son Florencio Domínguez, Rogelio Alonso y Marcos García Rey, conocidos periodistas o profesores especializados en el fenómeno terrorista, que han estado arropados en el acto de presentación por algunas víctimas y por el autor del prólogo, Fernando García de Cortazar, director de la Fundación Dos de Mayo.
En las más de 1.300 páginas del libro, sus autores recogen la historia y semblanza de las 857 víctimas de ETA a lo largo de los últimos 50 años, las circunstancias en las que fueron asesinados, los testimonios de sus allegados y seres queridos. Pero además también se detallan las identidades de los terroristas condenados por estas muertes y las sentencias que les han sido impuestas.
Una intensa labor de documentación, que nos permite leer cronológicamente, según ha señalado el profesor de Ciencia Política en la Universidad Rey Juan Carlos, Rogelio Alonso, la «letanía de muerte de ETA, los dramas humanos». Y es ahí cuando se puede apreciar, según el profesor, «el coste brutal, el impacto humano y político que ha tenido el terrorismo en nuestra sociedad».
Con esta sucesión de tragedias provocadas por el terrorismo, los autores han intentado también humanizar a las víctimas, quienes, según Florencio Dominguez, redactor jefe de la agencia Vasco Press y colaborador de EL CORREO, eran «invisibles» hasta hace unos doce años, cuando la situación ha cambiado por su propio trabajo.
«Memoria triste, pero necesaria»
«Han luchado para instalar en la agenda política sus reclamaciones», ha comentado Domínguez, quien ha insistido en que el libro «quiere contribuir a conservar en la sociedad la memoria de las víctimas porque eso supone la derrota de los terroristas».
El periodista está convencido de que los «verdugos» de ETA son los primeros que se dan cuenta de que «si se pone el acento en aquellas personas que han matado o herido, se desfigura el conflicto político con el que han justificado sus crímenes».
Por ello, ‘Vidas rotas’, aunque es una «memoria triste», es «necesaria», según Domínguez, porque recoge la historia de los asesinados de ETA y retrata «la crueldad y el odio de los asesinos».
Es la historia de un drama y una sucesión de tragedias que el doctor en análisis y prevención del terrorismo en la Universidad Rey Juan Carlos, Marcos García, ha recalcado, sin olvidar en el recuerdo a los nonatos, con los que ETA acabó al matar a sus madres, como Maria Dolores Ledo y Joaquina Patricia Llanillo, asesinadas en 1983, y Maria Teresa Daza, en 1987.
EL CORREO, 3/2/2010