Santiago González, EL MUNDO, 23/4/12
El factor estacional ha perdido vigencia. Ahora se pueden comer cerezas en diciembre y ver vídeos cainitas muy lejos de las campañas electorales. Ahora el dóberman está en celo prácticamente todo el año. El PSOE y el PP han reeditado aquella versión tan española del tema goyesco, duelo a garrotazos. En los primeros años 70, como no había partidos, estas broncas las protagonizaban los periodistas. Jaime Campmany y Emilio Romero se enzarzaron en una famosa guerra de sonetos, que ganó el primero.
Ahora los poetas han dejado paso a los cineastas y los aparatos de comunicación de los partidos. El PSOE atacó con su producción Donde dije digo, digo recortes, en el que hacía recuento de las promesas incumplidas del PP: recortaremos todo menos pensiones, Sanidad y Educación, no al copago, etcétera. Tienen razón. Incluso podrían haber añadido otra promesa que el Gobierno no va a poder cumplir: «No subiremos el IVA».
Dirán algunos de ustedes que antes de contar estos hechos ciertos, los socialistas deberían recordar aquel cartel de la campaña de 2008, el año en que empezamos a vivir peligrosa y precariamente: la foto del líder y su eslogan, Por el pleno empleo.
El PP ha respondido con otro vídeo sobre la herencia recibida y también tiene razón, aunque no parece que este corto vaya a ganar un Goya, a pesar del nivel medio del cine español. Floriano no es precisamente un actor del método. A mí me recuerda a Sacristán en alguna película de Lazaga.
La portavoz del Grupo Socialista en el Congreso empieza a cansarse del argumento y bien haría el partido del Gobierno en renovarlo. Ya hace cinco meses que Rajoy preside el Gobierno, no van a estar así toda la legislatura.
Es verdad que Zapatero seguía usando el hundimiento del Prestige en los mítines de las autonómicas gallegas contra el PP en febrero de 2009, tres campañas electorales y cinco años y tres meses después de los hechos. También es cierto que los socialistas han dejado los cajones llenos de facturas impagadas, aunque las de sus agravios políticos las pasaron tres veces al cobro. O más. El 6 de septiembre de 2011, ocho años y varias campañas después, Rubalcaba explicaba en la cadena amiga que los españoles tenían que elegir entre dos formas de resolver crisis: «Los españoles pueden comparar entre el señor Rajoy que hizo frente a la crisis del Prestige y yo, que hice frente a la crisis de los controladores». Por citar dos casos nada más.
La portavoz socialista podría ponerse en jarras pasado mañana en el Congreso y desenmascarar tanta falsía poniendo a ‘Soraya 1’ frente a la cuestión que no han sido capaces de explicar: «¿Me quiere decir, señoría, que ustedes, conociéndonos como nos conocen, suponían que les íbamos a dejar las cuentas ordenadas, las facturas pagadas y que el déficit se iba a ajustar a lo que decíamos?, ¿que cuando Elena Salgado decía ‘veo brotes verdes’ la creían? Es muy halagador que hayan confiado tanto en nosotros, como le digo una cosa le digo la otra, pero me va a perdonar que se lo diga con esta crudeza, señoría: están empezando a parecerme ustedes algo lilas».
Santiago González, EL MUNDO, 23/4/12