Virtudes de la necesidad

JUAN CARLOS GIRAUTA, ABC 24/03/13

«Detrás del giro está la caja vacía de la Generalidad, la imposibilidad de pagar las nóminas a los funcionarios sin la asistencia mensual de Montoro» «Para endulzarle a Junqueras la amargura, Mas le vuelve a ofrecer un gobierno de coalición… compartido con el socialista Pere Navarro, conocido defensor de una consulta legal».

Artur Mas se rila y la mitad de su partido aún no se ha enterado. Cierto es que pone en marcha el Consejo de Transición Nacional y habla de reforzar la «diplomacia» catalana. ¿Y qué? Un órgano consultivo más y una etiqueta presuntuosa para las oficinas comerciales. Humo para tapar la imputación de Pujol. Vayamos al meollo. Hace ocho días, Mas convocó a su go – bierno de urgencia (de «emergencia nacional» hablaron los tres conocedores externos del asunto). Ante el silencio del presidente, iban desgranando los consejeros las cuentas de su penuria económica, en qué podían recortar y cosas así.

La retórica era la esperada; gobiernan el barco hacia Ítaca, ya se sabe, están en una escalada de tensión con el Estado, y tal. Entonces, de repente, toma la palabra un miembro avisado del ejecutivo y dice que ha atendido los argumentos para seguir con la estrategia de la hostilidad, per o a ñade que él va a ofrecer los contra argumentos que avalan un cambio de rumbo. Es Mas, naturalmente, quien habla por su boca. Las instrucciones s on diálogo, diálogo y diálogo. Estrechar lazos con sus homólogos en el gobierno español. Y mantenerlos.

El acuerdo político previo es cosa de dos presidentes, el del Gobierno y el de la Generalidad, y sus partidos van a acabar pasando por donde ellos les digan. Pero primero hay que vender en Madrid y Barcelona la nueva sintonía. Ello exige unas semanas –en ello estamos– e inevitables mensajes contradictorios hasta que todo el mundo se entere de lo que hay.

Ambos gobiernos han recordado, previendo reproches de sus respectivos amigos o conmilitones, que diálogo, justamente, es lo que siempre han propugnado. Pero están las hemerotecas: Rajoy ha declarado su disposición a hablar de cualquier cosa que esté dentro de la ley ; a Mas le persigue lo de la «consulta sí o sí», y que «una Constitución no puede det e ner l a voluntad de un pueblo», y sus think tanks adoptando el sucio sintagma «internacionalización del conflicto», y la exploración de la vía kosovar (una eventual proclamación unilateral de independencia) y todo el resto de muestras de lealtad que el lector ya conoce.

¿Se rila Mas o no? Hay una señal: el mosqueo de su socio de legislatura, Esquerra Republicana, que suspendió la reunión semanal de seguimiento del pacto entre las dos formaciones y se dedica a azotar a Duran, dueño de trece escaños de CiU que ve reivindicada por fin su posición y recuerda que él siempre apostó por vías legales.

Para endulzarle a Junqueras la amargura, Mas le vuelve a ofrecer un gobierno de coalición… compartido con el socialista Pere Navarro, conocido defensor de una consulta legal, negociada con el gobierno español y pasada por el Congreso de los Diputados. Oriol Jun-queras responde exigiendo que se pregunte a los catalanes por la independencia este mi s mo año, siempre « antes del referéndum escocés».

Detrás del giro está la caja vacía de la Generalidad, la imposibilidad de pagar las nóminas de los funcionarios sin la asistencia mensual de Montoro. Y también la renuencia de ERC a aprobar los presupuestos. Artur Mas no reconocerá abierta-mente que ha abandonado su objetivo de legislatura, el Estado propio.

Ésa y no otra fue la razón para anticipar las elecciones catalana s : « El objetivo ha dejado de ser el pacto fiscal», dijo. ¿Lo recuerdan? Pues hemos vuelto al estadio anterior. Se rila . To mará unos días que el coro mediático catalán entienda que lo del choque de trenes se ha terminado, que les han visto el farol, que primum vívere.

Y que al Estado nunca hay que entrarle de frente porque es una apisonadora.

JUAN CARLOS GIRAUTA, ABC 24/03/13