«Le pido a Urkullu que respete Navarra como una comunidad con identidad propia, integrada en España»

Entrevista a YOLANDA BARCINA Presidenta del Gobierno navarro, EL CORREO 24/03/13

· Se resiste al adelanto electoral y anuncia que buscará «puntos de encuentro» con los socialistas para evitar la inestabilidad.

Yolanda Barcina sigue en el centro de la tormenta política desatada por el escándalo de las dietas de Caja Navarra y su apretada victoria en el congreso de Unión del Pueblo Navarro (UPN), el partido que lleva los últimos veinte años al mando del Gobierno regional. – Usted es doctora en Farmacia. ¿Cuál es su receta para intentar curar las heridas de la política? – Seguir mirando hacia delante con serenidad y ganas de seguir aportando lo mejor para esta tierra.

Yolanda Barcina Angulo (Burgos, 1960) afronta con aparente entereza los días más complicados de su carrera política. La palabra crisis se entrecruza en su gestión en UPN y en su responsabilidad como jefa del Ejecutivo navarro, en minoría tras la ruptura con el PSN y con una moción de censura propuesta por Bildu el 5 de abril. En el congreso de su partido, celebrado hace una semana, renovó el liderazgo con un ajustado 51,5% de los votos frente al aspirante, Alberto Catalán, que contaba con el apoyo del expresidente regional Miguel Sanz. Barcina llama a cerrar filas, instalada en su despacho de la sede del Gobierno, habilitado en el Palacio de la Diputación en Pamplona. Desde un balcón del edificio, neoclásico del siglo XIX, se puede contemplar el jardín y una esbelta secuoya, dura como el pedernal tras el impacto de un rayo.

– ¿Ha podido ya sentarse a hablar con Miguel Sanz para recomponer relaciones en un partido dividido?

– Hemos estado en el comité ejecutivo y no hemos tenido oportunidad de hablar mucho más porque nos ha tocado una semana de muchísima intensidad de trabajo. Ya habrá ocasión, como es lógico. – Sanz la apoyó a usted en el congreso de UPN de 2009. ¿Se ha sentido traicionada por él?

– (Silencio) He sentido que, igual, por no hacer todo lo que consideraba que era bueno, Miguel Sanz ha pensado que era mejor apoyar a Alberto Catalán. A mí me habría gustado que en este momento tan difícil y tan complicado él me hubiese ayudado.

El escándalo de las dietas

Barcina, que fue alcaldesa de Pamplona durante tres mandatos, ha devuelto 42.511 euros de las polémicas dietas de Caja Navarra. Asume que «no estuvo bien» haberlas percibido, pese a ser «legales», y apuesta por «cambios» para evitar nuevos abusos. Reconoce también que «no fue el mejor ejemplo» decir como dijo que los «alicatadores» también cobraban mucho antes de las crisis. No busca excusas, pero alega que «tenía gripe y fiebre» al hacer de sopetón ese comentario.

– ¿Es consciente de que este tipo de escándalos contribuyen al descrédito de la política?

– Sí. Hay un desencanto generalizado. Por eso he dicho que tendríamos que cambiar determinados hábitos. Tenemos que modificar muchas cosas del pasado.

– ¿Se han relajado los controles?

– El tema de compensar sueldos en el Gobierno de Navarra por la Caja o por sociedades públicas no era de ahora; se había producido en todos los gobiernos. Pero este sistema de remuneración ya no cabe.

– ¿Tienen presente en UPN lo que les ocurrió a los socialistas, que perdieron el poder a raíz de los escándalos de corrupción protagonizados por Urralburu y Otano?

– Aquí no ha habido ningún caso de corrupción. En el tema de Caja Navarra ha podido haber una tradición, una gestión que hay que explicar bien y que hay que cambiar.

– A UPN no le dan los números. Con 19 escaños de 50, necesita al menos 6 para asegurarse la mayoría parlamentaria, meta que no logra con los 4 parlamentarios del PP que le prestan apoyo. ¿Ve posible la reconciliación con los socialistas de Roberto Jiménez, que cuentan con 9 escaños? – Vamos a intentarlo. Dar estabilidad es importante, como lo acaba de manifestar Rubalcaba en Pamplona, sabiendo que UPN y el PSOE somos partidos distintos. Debemos buscar puntos de encuentro.

– Usted le conoce bien porque le ha tenido de vicepresidente en su Ejecutivo. ¿Jiménez piensa igual que Rubalcaba? – Eso se lo debería preguntar a él.

– Parece que no porque la situación es de bloqueo parlamentario.

– Por eso tenemos que llegar a acuerdos en aspectos importantes para que el Gobierno y Navarra puedan tener estabilidad. Voy a intentarlo porque unas elecciones en este momento no es lo que conviene.

– ¿Asume que la inestabilidad le puede acabar obligando a un adelanto electoral?

– No lo considero oportuno. Llevo meses diciendo que hay que trabajar para que no haya elecciones. Los nacionalistas quieren ver a este Gobierno más debilitado todavía.

– Nada más ser reelegida, aseguró que UPN salía fortalecido frente a las «pretensiones anexionistas del nacionalismo vasco»

– Eso es algo que siempre hemos considerado en nuestro partido. Aquellos que quieren la anexión de Navarra al País Vasco están aprovechando la crisis económica para poder atraer a personas de buena fe.

– ¿Tiene en su agenda alguna reunión prevista con el lehendakari, Iñigo Urkullu?

– Siempre he creído en la colaboración entre gobiernos vecinos en favor del bienestar de los ciudadanos. Yo creo que él está ahora muy ocupado en el inicio de la legislatura. Le llamé cuando tomó posesión para darle la enhorabuena. Pero todavía no está prevista ninguna reunión.

Sin llamada del lehendakari

En realidad, en UPN echan de menos que Urkullu aún no haya devuelto la felicitación por la reelección de Barcina. En la legislatura pasada, uno de los primeros gestos de Patxi López fue entrevistarse en Pamplona con Miguel Sanz para avanzar en un convenio sobre el fomento del euskera, la cobertura de EiTB en Navarra, proyectos empresariales e infraestructuras.

– ¿Qué ha quedado de todo eso? – Se han ido dando pasos y todavía quedan muchos. Por ejemplo, hay que seguir desarrollando las conexiones conjuntas del Tren de Alta Velocidad.

– Con el regreso del PNV al Gobierno vasco, ¿teme que se abra otra etapa de incomunicación?

– Espero que no y que en estos momentos el PNV respete la realidad institucional de Navarra para que podamos tener esa relación.

– ¿Ve una amenaza en el estatus político que plantea Urkullu?

– Yo le pido que se nos respete en todo. Que respete Navarra como comunidad diferenciada, con una identidad propia y dentro de España. El porcentaje de voto que tiene UPN ahora en el Parlamento navarro es similar al que tiene el señor Urkullu en la Cámara vasca.

– Socialistas como Jesús Eguiguren hablan ya sin tapujos de Euskal

Herria. ¿Cree que esa terminología puede calar en el PSN?

– Los socialistas también se dieron cuenta en los primeros años de la democracia de que esa terminología era un error. Ni sus votantes lo consideraban acertado.

– ¿Se imagina al nacionalismo gobernando Navarra?

– Pues no quiero imaginármelo. Siempre te puedes imaginar un cambio de Gobierno, cómo no. Pero yo me voy a esforzar para que no se produzca. Creo en esta comunidad diferenciada, con su tradición, con sus fueros e integrada en nuestro país, que es España. Ellos (los nacionalistas) quieren llegar al Gobierno para que Navarra desaparezca. La mayoría de los navarros queremos que Navarra no pierda su identidad por unirse al País Vasco; para tener esos 25 escaños que están esperando en el Parlamento vasco para ser ocupados por los navarros.

– ¿Le preocupa el desgaste del PSN?

– Me gustaría que los partidos que defendemos la actual identidad de nuestra comunidad tuviéramos el mayor respaldo electoral posible.

Nuevo despacho

El tradicional despacho presidencial que ocupaban sus antecesores en el Gobierno, entre ellos Miguel Sanz, podría ser un pequeño museo. Entre los claroscuros que aportan las maderas nobles, cuelga un retrato de Fernando VII, pintado por Goya, por el que se pagaron 2.300 maravedíes. También un enorme tapiz sobre la batalla de las Navas de Tolosa, en la que un colosal Sancho El Fuerte, con sus 2,20 metros de altura, reparte mazazos a lomos de un caballo blanco en el asalto a la jaima de Al-Nasir. El sillón que ocupaba Sanz tiene bordado en su respaldo un águila, sello de aquel rey navarro y que, siglos después, ha sido utilizado por la izquierda abertzale como el ‘arrano beltza’. El despacho de Barcina es, en cambio, de nuevo cuño. Diáfano. Destaca el tono blanco de los sillones y el brillo metálico del mobiliario en una sala en la que figura una foto de su hijo, de 12 años.

– Cuando se convoquen las elecciones, ¿baraja la posibilidad de concurrir en compañía del PP?

– Largo me lo fía. UPN, tradicionalmente, ha concurrido a las generales con partidos de centro-derecha y a las forales, en solitario. Yo lo que quiero es fortalecer a UPN de cara a unas elecciones en 2015.

– Se dice que, en ocasiones, mira más a Rajoy que a Navarra.

– No, en absoluto. Con total sinceridad. UPN tiene la mayor autonomía en el Congreso de los Diputados desde su fundación tras la ruptura con el PP. Creo en la buena relación con el Gobierno en España y, por otro lado, Navarra necesita los acuerdos entre UPN y los socialistas. Siempre los he defendido.

– ¿Ve a la izquierda abertzale madura en Navarra para asumir la nueva etapa abierta sin terrorismo?

– No les veo totalmente maduros porque algunos de sus alcaldes están siendo juzgados por haber enaltecido a presos de ETA condenados por asesinatos. Y me parece que tienen que dar pasos condenando los actos de coacción. Una cosa es el terrorismo que mata. Pero también hay un terrorismo psicológico.

– ¿Cómo es su relación institucional con Bildu?

– Normal, cada uno defendiendo su postura. Tenemos comisiones en la que hay participación. Lo que tenemos claro es que nunca llegaremos a un acuerdo político con ellos. Eso es una línea roja. El mundo de Batasuna nunca ha buscado el progreso de nuestra tierra porque ellos pensaban que cuanto peor, mejor. Se han opuesto a todas las infraestructuras, desde el Tren de Alta Velocidad, al canal de Navarra y el pantano de Itoiz.

– ¿Teme que Navarra sea utilizada como moneda de cambio en el debate sobre paz y presos de ETA?

– Navarra siempre ha estado en esas mesas de negociación que ha podido haber en determinados momentos. ETA, lo primero que ha pedido, es la territorialidad; Navarra, como paso previo a la independencia. Y en Navarra siempre hemos defendido que no eso no es negociable.

– El Tribunal de Estrasburgo revisa la ‘doctrina Parot’. ¿Qué le parecería una cancelación?

– Dejaría a las víctimas muy desatendidas. Sería un retroceso de la justicia con respecto a los verdaderos heróes de nuestra democracia, que son las víctimas del terrorismo.

– ¿Es partidaria de suprimir de la Constitución la disposición transitoria cuarta, que es la vía que contempla la incorporación de Navarra al País Vasco si el Parlamento navarro así lo decide?

– Lógicamente. Es una petición de UPN al PP sabiendo que es necesaria una mayoría nacional para suprimir esa disposición. No me parece normal que se esté cuestionando la identidad de Navarra, que además es la comunidad con más historia de España.

Entrevista a YOLANDA BARCINA Presidenta del Gobierno navarro, EL CORREO 24/03/13