EL MUNDO 08/06/13
Jesús Eguiguren generó otro pequeño terremoto cuando en marzo opinó que el mantenimiento en prisión de Arnaldo Otegi era un «escándalo». «Se está haciendo mal y daño a España» dejando entre rejas al ex líder de HB y alma de la reconvertida izquierda abertzale, argumentó, y acusó al Tribunal Constitucional de «no cumplir» la ley.
Ayer, dos días después de que el TC decidiera no excarcelarle mientras estudia el caso Bateragune (en el que está acusado por intentar reconstruir la ilegalizada Batasuna), el presidente del PSE-EE lo visitó en la cárcel de Logroño, como convenientemente difundió el entorno de Otegi a través de una red social.
La visita había sido solicitada por el dirigente socialista con anterioridad a que se conociera el fallo del Tribunal, según el círculo de Eguiguren, y no está relacionada con la decisión judicial. Pero eso no quita para que levante ampollas en su partido. Algunos de sus miembros reconocen en privado su disgusto en torno a esa relación Eguiguren-Otegi, forjada en las negociaciones para el fin de ETA de 2006. Fuentes de la formación resaltaron en cualquier caso que la visita fue de carácter «privado».