El Cabo Santo ha colgado la foto del chulángano de La Moncloa en su Falcon, con sus gafas Rayban y haciendo una consideración que viene ala pelo: “Se me ha pasado la legislatura volando”.

Llevábamos ya unos días sin Antonio Papell haciendo podio en la República y se le echaba de menos. Pero ha vuelto, él siempre vuelve, para hacer el panegírico del próximo alcalde de Pamplona en virtud de la moción de censura: “Joseba Asirón es historiador del Arte, profesor de ikastola y pertenece a la última izquierda abertzale que condena explícitamente a ETA y que afirma que si siguiera habiendo violencia en Euskadi él no estaría en política. Este lelo debería saber que Asirón dejó de condenar a ETA en el momento de entrar en EH Bildu. Había firmado un manifiesto por el asesinato de Tomás Caballero, del que luego renegó y dijo que no se acordaba.

Luego explica a los ignorantes que “hay mucha gente que no sabe que el futuro alcalde de Pamplona, ya fue alcalde entre 2015 y 2019 y no se hundieron los cielos ni temblaron los cimientos de las catedrales”. Ser más papista que el Papa, se llama la figura. Y más tonto, mucho más tonto.

En el ecuador de su mandato, 2017, la portavoz del PSN en el Ayuntamiento de Pamplona, Maite Esporrín, afirmó que, en sus dos años al frente del Consistorio, el alcalde de Pamplona, Joseba Asiron, «ha fallado en las formas y en el fondo». «En las formas fundamentalmente por la manera de dirigirse a los grupos de la oposición, y en el fondo en la manera de gestionar». Esporrín consideró que fueron «dos años decepcionantes: Empezaron sin gobernar para toda la ciudadanía y así continúan»,

Froilán I de España: “Tenemos a Calviño huyendo a Bruselas mientras dice que la economía española va muy bien. A Oscar Puente insultando a gente en Tuiter mientras le van descarrilando y chocando trenes. A Sánchez como líder de la lucha contra las emisiones de CO2 yendo en jet privado de La Coruña a Santiago. A Albares siendo incapaz de que Marruecos abra la frontera entre Ceuta y Melilla a pesar de haberles regalado el Sahara. El sanchismo es todo un ejemplo de eficiencia.

Otro tonnnto es el rector de la Universidad Complutense que responde al nombre de Joaquín Goyache y ha enviado una felicitación surrealista, consistente en la foto de una hoja acompañada del siguiente texto, que como es muy breve podríamos llamarlo textículo: “El fin del otoño abre paso al nuevonaño cpon deseos de paz, renovación y prosperidad”. Así está la Universidad española. ¿Nadie explicará a este membrillo que  el fin del otoño solo abre paso al invierno?

Nadia Calviño se despide en su viaje a Europa con un adiós partidista a más no poder: “Es de primero de democracia y de educación que cuando el presidente del Gobierno te llama, se va, se trabaja y se responde y el señor Feijóo ya está llegando tarde”.

Pedro pineda Celis respondía con mucho tino: “También es de primero de democracia asistir a las consultas convocadas por el rey. Asistir al juramento de la Princesa Leonor de la Constitucición, recibir al rey cuando va a iuna Comunidad Autónoma. Rrespetar al poder Judicial y no señalar a magistrados desde la tribuna del Congreso, etc… y no he visto al PSOE decir nada a sus socios sobre esto”.

Ya he comentado alguna vez que yo era un fervoroso partidario de la reforma del artículo 49 de la Constitución y que había decidido predicar con el ejemplo llamando a partir de ahora ‘discapacitados’ a Pedro Sánchez y a sus 22. Me entran algunas dudas al comprobar que el Gobierno ha dejado al Rey sin compañía de ministros en sus viajes internacionales, mientras se hacía acompañar por 14 en su presentación del libro que le escribió Irene Lozano. Esto es lo que hay: 14 tíos y tías que van a aplaudir con entusiasmo a Sánchez y a Jorgeja, ¿no merecen el calificativo de discapacitados?

Mejillón Libertario hacía una pregunta que daba en el meollo de la duda existencial básica que todos llevamos dentro: “¿Vosotros vais a leer el libro de Pedro Sánchez o pensáis esperar a la película?”

Yo no sé si podré esperar tanto. La narración del momento en que regaló unos patucos a Ursula von der Layen que acababa de ser abuela y el corolario de que como él habla inglés eso engrasa mucho las relaciones internacionales.