Y le partieron la cara

ABC 26/08/15
LUIS VENTOSO

· La agresión a Inma Sequí tiene un contexto, un clima de intolerancia

MARÍA Ángeles García forma parte de la cúpula de Podemos en Cuenca y fue candidata allí en las autonómicas. Un clamor espeluznado recorrería a estas horas España si a María Ángeles, una excelente médico que se autodefine como «mujer comprometida», la hubiesen esperado ayer a la puerta de su casa para golpearla al grito de «comunista». Las redes sociales arderían contra la salvajada fascista. Primeros espadas de todos los partidos condenarían la repugnante paliza con razón. Tres cadenas de televisión mantendrían el asunto al rojo vivo durante semanas.

Pero la agredida ha sido otra mujer, ubicada al otro lado del espectro ideológico. Es una chica rubia y menuda, de 18 años. Salía de casa a las nueve menos cuarto para tomarse el primer café cuando tras llamarla «fascista de los cojones» dos hombres y una mujer comenzaron a pegarle patadas y puñetazos frente a su portal. Según informa su partido, perdió el conocimiento. Fue hospitalizada y pasó toda la mañana en observación. En su cara sigue el testimonio de la agresión: un pómulo dañado, arañazos y un labio roto. Se llama Inma Sequí, tiene 18 años, estudia Derecho y en las municipales fue la candidata más joven de España. Inma milita en VOX, el partido de Ortega Lara y Santiago Abascal, una escisión del PP por el flanco diestro, de escaso respaldo. Sus postulados pueden gustar o disgustar, pero intentan argumentarlos y en general los exponen con tono correcto: quieren un modelo de Estado centralista, son muy críticos con cómo ha gestionado el Gobierno el final de ETA y reprochan también a su ex partido que haya mudado su posición sobre el aborto. Aunque mis ideas sean irrelevantes, por ubicar lo que luego voy a decir, aclararé que no me convence VOX, pues prefiero posiciones más templadas y partidos de pensamiento más profundo, amplio y trabajado.

Encuentro gravísimo que en la España actual, en una pequeña, hermosa y pacífica ciudad como Cuenca (56.000 habitantes), a una persona le partan la cara sin mediar palabra por sus libres ideas. Pero este punto de vista no es muy compartido. La noticia no mereció ni un sumario en el Telediario del mediodía de TVE y fue despachada con un suelto. El PSOE lo condenó por boca de una diputada autonómica, pues a Sánchez y Luena, que hablan de todo a todas horas, no les merece ni un tuit desganado que se atente de forma brutal contra la libertad de otro político. Huelga decir que no se espera valoración del primero de nuestros tertulianos, Iglesias, ni de todas las mareas, plataformas y compromisos que animan el nuevo populismo.

Lógicamente, los responsables absolutos del ataque a Inma son los tres vándalos que la asaltaron. Pero esta agresión sucede en un contexto, en un clima de creciente intolerancia y de ecos guerracivilistas. La violencia encuentra calor ideológico en una pulsión sectaria, que sostiene que todo lo que existe a la derecha del PSOE es ilegítimo (excepto el nacionalismo más vetusto y regresivo, al que la izquierda neocomunista, arrumbando su tradición internacionalista, sí concede legitimidad y hasta una inexplicable vitola de modernidad). Zapatero, que tanto rencor sembró con su atolondrado radicalismo de guante blanco, abominó de la Transición, reabrió las heridas de la Guerra Civil y asimiló al PP con el bando que ganó la contienda, así que la revancha consistía en aislarlo y convertirlo en un paria no homologable (el Pacto del Tinell). Podemos, Colau y las televisiones han exacerbado aquel planteamiento antidemocrático. Ahora llegan los golpes. Pero no pasa nada. La chica era de VOX. Ergo algo haría….