…Y líbranos señor

Félix Madero, ABC 31/12/12

No hemos sido capaces de cumplir la Constitución y enredamos ahora con la España federal.

Es más que probable que falten en España políticos con fuste. Hay exceso de ocurrencias y escasez de ideas, por eso asistimos atónitos y con ganas de hacernos el nudo de la corbata en el mismo cuello al último parto de los socialistas que consiste en avanzar hacia una España unida y federal. A las órdenes de Griñán, un grupo de expertos constitucionalistas acaba de enjaretar una cosa que llaman discurso programático, y que es un verdadero oxímoron ibérico. Subrayo lo de ibérico porque uno sabe que hay naciones modernas —Canadá, Alemania, Suiza— donde la unidad no se ve perturbada por un federalismo audaz y pragmático. Si algo nos ha faltado a los españoles desde 1812 es precisamente audacia y pragmatismo. Lo nuestro tiene que ver más con la indecisión, el apocamiento y la cobardía, y en esto tanto da la derecha como la izquierda.Los últimos años, especialmente los de Zapatero, demuestran que con el Estado autonómico sufrimos serios problemas de cohesión, y que por ahí se ha colado una práctica que ha hecho a algunos territorios egoístas, desleales y pendencieros con el resto de España. Si con el Estado autonómico Artur Mas está como está, en el federal ustedes me dirán.

La meta de Mas es solo la independencia. Por eso las propuestas socialistas son un salto de pértiga hacia el infinito. No hemos sido capaces de cumplir y de hacer cumplir la Constitución y ya estamos enredando con la España unida y federal. Y por si fuera poco, los expertos, que seguramente no han tomado nunca un café en el bar de la Plaza de la Marina Española, proponen un Senado fortalecido con más poderes. Juro que lo he leído. ¿Más poderes para el Senado? Ya, y dos huevos duros también.Pero el espectáculo socialista no termina en Sevilla, el circo se desplaza a Valencia, donde han inventado un federalismo integrador y multilateral. También juro haberlo leído. Los valencianos proponen un Estado sin provincias y con naciones, para lo que hace falta derogar el Título VIII de la Constitución.

El papel debe estar escrito sin duda por un cursi a las órdenes del barón Ximo Puig, pues solo así se entiende que propongan que se reconozcan los hechos diferenciales y la asimetría entre comunidades. Suele decir Baura que las peores trampas son las que hacen los estúpidos con las palabras: la osadía sale gratis. Y en eso estamos porque la diferencia no te lleva a la unidad y la asimetría conduce a la desigualdad. Si esa es la España que los socialistas desean, que no cuenten conmigo ni con millones de españoles. Puede que seamos tildados de fachas, derechones y antiguos, pero, como diría Mas, me la bufa. Este y no otro es el peaje que se paga por pedir lo evidente: que se cumplan las leyes. Señores expertos en Derecho Constitucional, ¿han probado a decirle a Griñán que antes de la España federal podemos probar con una en la que simple y llanamente se cumpla la Constitución?

Félix Madero, ABC 31/12/12