EL CORREO 05/02/15
· La dirección del PSOE asegura contar con el «respaldo total» de los barones del partido y Sánchez reivindica la «cultura del acuerdo»
· El PNV descarta apoyar la reforma del Código Penal por considerar que la iniciativa es «electoralista»
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, no estuvo solo en la decisión de negociar con el Ejecutivo el nuevo pacto antiterrorista. Fuentes del partido desvelaron ayer que los expresidentes del Gobierno, Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, y el exlíder de la formación, Alfredo Pérez Rubalcaba, colaboraron con Sánchez en la elaboración del texto en el que finalmente estampó su firma. La dirección federal del PSOE asegura que, además, se contó en todo momento con el beneplácito de los barones autonómicos que, «por responsabilidad», respaldaron la suscripción del pacto.
La foto de Pedro Sánchez sentado junto a Mariano Rajoy en el Palacio de la Moncloa ha despertado el malestar en algunos sectores del PSOE que cuestionan el precio político que el partido puede tener que pagar por la aproximación al Gobierno. El portavoz parlamentario, Antonio Hernando, defiende, sin embargo, que, en este caso en concreto, «todos los socialistas» comprenden lo que el terrorismo ha supuesto en España y comparten, por lo tanto, la presencia de la formación en un acuerdo que busca hacer frente a la amenaza yihadista, especialmente tras los atentados contra la revista francesa ‘Charlie Hebdo’. «Hay un apoyo total», insistió Hernando tras negar las voces disconformes.
La intención del PSOE va, sin embargo, más allá de este pacto puntual. «Un partido que quiere ser Gobierno, tiene que demostrar que quiere ser Gobierno también desde la oposición. Eso lo aprendimos hace muchos años», aseguró Hernando, a pesar de las dificultades que el día anterior encontraba para llegar a consensos con un PP «aislado».
Pedro Sánchez marcó a primera hora de la mañana la senda a seguir por los suyos en plena búsqueda de un sitio en el mapa electoral cambiante. El secretario general optó por ofrecer una imagen de responsabilidad y moderación, y reivindicó «la cultura del acuerdo» en España. Esa es, a su juicio, la «gran revolución pendiente» en la política del país. Por eso, ya advierte de que no va a «renunciar» a intentar el acercamiento en políticas de Estado y que esa será la postura que mantendrán los socialistas.
Sin bajar la guardia
En el caso del terrorismo, el barómetro del CIS reflejaba ayer que la preocupación de los españoles por esta amenaza se estableció en enero, tras los ataques de París, en el 1,1%. El Ejecutivo llama, sin embargo, a no bajar la guardia. «Nadie está exento», recordó el ministro del Interior, del riesgo que supone. Jorge Fernández Díaz subrayó que los datos de Interpol y otros organismos internacionales ponen de manifiesto que «entre 3.000 y 5.000» personas han abandonado Europa para sumarse a organizaciones terroristas y que el 20% ha retornado.
Es uno de los argumentos con los que el Gobierno hace frente a las críticas de los grupos parlamentarios que denuncian las conversaciones que han llevado a PP y PSOE a elaborar, prácticamente en soledad, el pacto antiterrorista. «¿Hemos de esperar a que se produzca un atentado para que haya unidad?», reprochó Fernández Díaz en una entrevista en Telemadrid.
El PNV mostró ayer su rechazo frontal al texto y anunció que votará en contra de que se tome en consideración en el pleno del día 10 de febrero. Pedro Azpiazu detecta tintes «electoralistas» en la reforma pactada del Código Penal y descarta dar el visto bueno a una proposición de ley que admite la prisión permanente revisable, «una cadena perpetua» de facto. El PP recibió como «lamentable» la posición política de los nacionalistas vascos. «A algunos que se visten de plañideras cuando llega la ocasión, que piensen en las situaciones que se pueden producir en el futuro antes de actuar con frivolidad», advirtió el popular Rafa Hernando sobre un hipotético atentado.
Pero la oposición del PNV no es la única del arco parlamentario. Aunque otras formaciones sopesen su voto, comparten la crítica de fondo. La líder de UPyD, Rosa Díez, denunció que el acuerdo responda a la voluntad de PP y PSOE de hacerse «la foto» aparentando que el Estado son «ellos dos».