Morenés tensa el 27-S al mencionar una intervención del Ejército

EL MUNDO 09/09/15

· Alud de críticas tras afirmar que las Fuerzas Armadas «tienen que cumplir con su deber»

«Si todo el mundo cumple con su deber le aseguro que no hará falta ningún tipo de actuación [del Ejército]». Con estas palabras sobre una eventual intervención militar en Cataluña, el ministro de Defensa, Pedro Morenés, logró ayer crispar de tal forma la precampaña del 27-S que todos los partidos –a excepción del PP– coincidieron en criticar lo que interpretan como una amenaza.

Morenés lanzó su afirmación a primera hora de la mañana en una entrevista en RNE, donde también recordó que «aquí cada uno tiene que cumplir con su deber. Las Fuerzas Armadas, los gobernantes y los gobernados». Minutos después arrancaba un alud de críticas que recorrió todos los actos preelectorales en Cataluña y que forzó al Gobierno a tratar de puntualizar, sin éxito, las palabras del ministro. Rodeado de medios de comunicación y tras haber tratado de esquivar a las cámaras en el Senado, el propio Morenés trató de rebajar la crisis que él mismo desató al asegurar que «lo que he dicho es que todo el mundo en España está sometido a la Ley», informa Alfonso Mateos.

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, también evitó desautorizar públicamente al ministro y se limitó a señalar que «no hay ninguna perspectiva, ninguna previsión ni ninguna intención» de que las Fuerzas Armadas tengan que actuar en Cataluña. Las palabras de ambos miembros del Ejecutivo de poco sirvieron, sin embargo, para enfriar una polémica a la que se sumaron todos los partidos y que también hizo suya el Govern.

El conseller de Presidencia de la Generalitat, Francesc Homs, aprovechó un acto de la candidatura de Junts pel Sí para tachar las palabras de Morenés de «incalificables» y situarlas lejos «de un contexto democrático». La portavoz del gobierno catalán, Neus Munté, insistió en la misma idea y las atribuyó al «miedo a la democracia» que advierten en el Gobierno.

Las reacciones más viscerales procedieron, eso sí, de los actos de precampaña. El candidato de Catalunya Sí que es Pot, Lluís Rabell, tachó al ministro de «energúmeno» y de «mercader de armas», mientras que el dirigente de Podemos Íñigo Errejón, de visita en Cataluña, describió las palabras de Morenés como «una amenaza a los catalanes y también a la democracia española».

La ex ministra de Defensa y miembro del PSC Carme Chacón elogió el papel «democrático» de unas Fuerzas Armadas «que no tienen ningún interés en algo como lo que sugiere [Morenés]». La candidata de Ciutadans a la presidencia de la Generalitat, Inés Arrimadas, usó la polémica para atacar al PP, al cual achacó que «sale a perder el partido» en Cataluña, al evidenciar «cómo reaccionarán» si se acaba declarando la independencia.