Sellado de ‘Vaya Semanita’

FLORENCIO DOMÍNGUEZ, EL CORREO 22/02/14

· Algunos periodistas, cuando vieron ayer la cantidad de armas que ETA había «sellado» en presencia de dos miembros de la Comisión Internacional de Verificación, comentaron que los de ‘Vaya Semanita’ se iban a poner las botas. Y con razón. Les han dado hecho el ‘sketch’ para hacer los programas de humor de la televisión vasca durante una temporada entera.

Cuatro armas de fuego, un par de granadas y unos pocos kilos de explosivo no sirven como gesto simbólico de buena voluntad, ni como el primer paso de un camino hacia la eliminación del armamento etarra. No es que ETA tenga grandes arsenales, pero como los vayan liquidando a este ritmo saldrá el último preso de la cárcel con su condena íntegra cumplida y Manikkalingam se habrá jubilado, pero ETA seguirá «sellando» zulos. Aunque más que zulos parecen dosis.

Sorprende que los verificadores se hayan dejado utilizar en un montaje propagandístico sin contenido efectivo. El material «sellado» no era más que lo que llevaba en su mochila cualquier comando de ETA al cruzar la frontera. El acto protagonizado ayer por los verificadores, que parecían gente seria aunque para verificar tenían que venir al País Vasco a preguntar a la gente y leer los periódicos porque capacidad propia de obtener información no tenían ninguna, no sólo no estuvo a la altura de las expectativas levantadas con antelación, sino que pone en cuestión el papel de la comisión que encabeza Ram Manikkalingam.

En 2011 ETA dijo que renunciaba definitivamente a la violencia, lo que implica dejar de emplear su armamento para siempre. No añade nada nuevo que dos años más tarde salgan diciendo que han dejado «fuera de uso» cuatro armas de fuego y que más adelante harán lo mismo con el resto.

La escenificación del «sellado» realizada al alimón por los etarras y los verificadores sólo representa un acto propagandístico de alcance internacional. Un eficaz montaje propagandístico que no son capaces de conseguir muchas agencias publicitarias. Eso hay que reconocérselo.

Tal y como se ha planteado el supuesto «gesto» de desarme, es evidente que ETA ha decidido emplear los minutos de la basura de su historia en hacer propaganda a lo grande y le ha salido bien. Claro que ha contado con la ayuda de mucha gente, empezando por los verificadores, por una parte notable de la clase política y del periodismo.