Sentimientos encontrados

HERMANN TERTSCH – ABC – 15/08/15

· El desprecio de Washington a la disidencia cubana es solo parte del costo moral de esta operación.

Sin duda es un día para la historia este de ayer en el que volvió a ondear oficialmente la bandera norteamericana de las barras y estrellas en una embajada en suelo cubano. Hacía 54 años que había sido arriada para comenzar una larga guerra fría entre dos estados que han simbolizado dos polos en el enfrentamiento ideológico y político mundial. Por un lado la gran potencia de la democracia y la libertad, por el otro una pequeña isla que pronto se convirtió en una triste tiranía comunista exportadora de ideología del odio y represión, terrorismo y todas las formas posibles de subversión de la sociedad libre.

Nada fundamental ha cambiado en todo ello. Existen motivos sólidos para replantear y cambiar la política de Washington hacia Cuba. El embargo y la política de aislamiento no han sido eficaces en su principal objetivo, que era derrocar a la que durante un par de décadas ha sido la última dictadura del continente. Hoy para-dójic amente graci as ael la, a su perseverencia, activismo y expansión ideológica, ya son varios los países que están otra vez en la senda de la liquidación de la democracia, parcial o totalmente.

Pero Cuba ha tenido la suerte de que se ha topado con el presidente norteamericano Barack Obama y el Papa Francisco en el Vaticano. Y ambos ven a la dictadura cubana con unos ojos, si no amables, sí desde luego comprensivos. Solo eso explica que Cuba no haya tenido que hacer la mínima concesión en su brutal política de represión y terror en este acercamiento.

En el que La Habana sí pone sus exigencias como ayer hizo el Gobierno y el propio Fidel Castro. El desprecio de Washington a la disidencia cubana es solo parte del costo moral de esta operación. El tiempo dirá si poner al mismo nivel político y moral a Washington con La Habana, a la democracia y a la tiranía, como ha hecho Obama, va a beneficiar a medio plazo a los cubanos en su lucha por la libertad o a la dictadura y su prestigio en todo el continente.

HERMANN TERTSCH – ABC – 15/08/15