Una razón más para vencer

ABC 07/03/15
HERMANN TERTSCH

· Los islamistas llevan su radicalismo a la destrucción de toda obra que no tenga como objetivo la exaltación de su dios

El dolor que genera en todos nosotros la destrucción de tesoros artísticos milenarios de inmenso e irrepetible valor siempre tiene una cierta carga de mala conciencia. Porque nos altera tanto más que ver todos los días cadáveres de seres humanos de todas las edades. Ellos también únicos e irrepetibles que, sin embargo, mueren violentamente con una asiduidad que ya los ha despojado de toda capacidad de impresionar. Y por tanto de abrir los informativos.

Por eso su desaparición muchas veces ya la damos como diminutas noticias. Y muchos tendrían que ser los seres humanos muertos para que su noticia generara la conmoción mundial que ahora ha provocado esta espantosa destrucción de lo que fue la ciudad de Kalhu, más tarde llamada Nimrud.

Esta ciudad asiria en la ribera del rio Tigris, una joya de la humanidad, ya 1.300 años antes de Jesucristo era conocida, admirada y cantada. A treinta kilómetros de Mosul, en la provincia de Ninive, estas ruinas de la capital de la cultura asiria, todo indica que los restos de la ciudad están siendo sistemáticamente destruidos con excavadoras por los islamistas del Estado Islámico. Hace tan solo días, el mundo conocía la destrucción de las estatuas del museo en Mosul. Todos han recordado la destrucción por parte de los taliban de las estatuas de los budas gigantes de Bamiyan en Afganistán.

Los islamistas destruyen las obras de arte como objetos heréticos e idolatría. Llevan con brutal consecuencia su radicalismo a la destrucción de toda obra humana que tenga un objetivo o interpretación de exaltación que no sea su dios Ala, para hacer desaparecer todo aquello que consideren idolatría. El dolor por estas joyas no debe hacer olvidar el luto y el dolor que le debemos a los centenares de miles de víctimas de este fanatismo. Es otra razón más para saber que este enemigo no admite compromisos. Que hay que vencerlo y destruirlo.