Ciudadanos anónimos, simpatizantes y militantes de la izquierda abertzale que ayer participaron en la marcha a favor de la legalización de Sortu en Bilbao expresan a EL CORREO sus opiniones e impresiones sobre los últimos acontecimientos políticos ocurridos en Euskadi.
«Ahora les toca a ellos»
La cuadrilla formada por Andoni Iriondo, Pedro Mari Aurrekoetxea, Juan Ramón Agirre, Lourdes Egino y Mari José Ojanguren se reunieron por la tarde en Amorebieta para tomar el tren rumbo a Bilbao con el objetivo de «avanzar en el camino de la paz». «Menos hablar y más actuar. Y ahora les toca a ellos. Ya es hora de avanzar, aunque somos conscientes de que no están dispuestos a darnos nada. Ni siquiera nos legalizarán para las próximas elecciones municipales. Nos pondrán un obstáculo detrás de otro, pero tenemos que estar, aunque sea con alguna otra fórmula. No nos pueden arrinconar otros cuatro años más», se lamentan.
Aunque creen que la postura de los partidos constitucionalistas «es la esperada», recelan del PNV. «Es cierto que Xabier Arzalluz ha impulsado la manifestación, pero también respaldó la dispersión de los presos y eso, a los que tenemos familiares muy cercanos repartidos por las cárceles españolas, no se nos olvida», aclaran.
«Esto es imparable»
La pareja formada por Begoña Martínez y Paco Belarra no son vascos de nacimiento, «pero como si lo fuéramos». Tras media vida como trabajador del sector del metal, Belarra sostiene «que el proceso iniciado desde que ETA declaró la tregua es imparable, pese a quien le pese». A su juicio, «esto es el principio de la victoria; el de la creación de un nuevo escenario político sin precedentes en Europa».
Por esa razón, califica como «muy positiva» la presencia de mediadores internacionales a pesar del rechazo de algunas formaciones políticas. «Aportan una experiencia muy valiosa», asegura. Para su compañera, «habría que preguntarles a otros si la legalización de Sortu es el camino que hay que tomar, porque nosotros padecemos la Justicia, no la celebramos». «Y aunque Rubalcaba no lo quiera oír, éste es el camino y por eso estamos aquí».
Begoña y Paco no se sienten respaldados por la sociedad vasca que no comulga con las ideas de la izquierda abertzale. «El PNV responde a sus propios intereses y de ahí que esté empeñado en que legalicen a Sortu, sin más», reiteraron. No obstante, reconocen que en el futuro «también será necesario gestionar con responsabilidad las contradicciones que han surgido y surgirán en las bases que nutren tanto al PNV como a Sortu».
«No nos pondrán nada fácil llegar a las urnas»
Aitor, Iñigo, Joseba, Ibai y Unai no lo dudaron. En cuanto conocieron la convocatoria de Bilbao se apuntaron en un autobús organizado para trasladar de Pamplona a la capital vizcaína a quienes quisieran tomar parte en la marcha. Recelosos de analizar la actualidad política, esta cuadrilla de jóvenes navarros cree que, «como casi siempre, llenarán el camino de obstáculos» para evitar la presencia de Sortu en las urnas, «que habrá que ir sorteando poco a poco». «Tienen un protocolo de actuación ya fijado y no van a salirse del guion. Tendrán que hacer el paripé, pero seguro que ya lo tienen todo mascado». Por unas horas, decidieron dejar de lado los estudios para reforzar con su presencia la «esperanza del pueblo vasco en lograr la paz definitiva».
No se atreven a afirmar con rotundidad que en esta ocasión la tregua decretada por ETA sea la última y hasta reconocen como «normal», aunque con bastante timidez, el recelo del resto de las formaciones políticas. Aseguran que ellos «también se sienten solos en la lucha» y critican con dureza al PNV, «porque actúa según sus propios y únicos intereses, sin importarles nada más que lo suyo». Respecto a UPN lo tienen claro: «Como participemos en las elecciones, se van a enterar».
«Hauxe da gure lema: Aurrera!»
Sagrario, Lupe eta Ramoni Alza hondarrabitarrak, atzo Bilbon egon behar zirala pentsatu eben, duda barik. «Gure lema ‘Aurrera!’ da; hau da, beti aurrerapausoak emoten joan behar gara. Euskadik merezi daualako eta baita guk be». Hiru ahizpak ziur dagoz Sortu-k hurrengo hauteskundeetan parte hartzeko aukera eukiko dauala. «Holan izan behar da. Izenak berak holan dino, sortu egin behar dogu eta horretarako etorri gara Bilbora». Hiru emakume gipuzkoarren ustetan, holan ez izan ezkero «beste aukera batzuk egongo dira, baina itxaropena ez dogu inoiz galdu behar, herri honek merezi daualako». Gai honen ganean, batez be PSE eta EAJ alderdi politikoek erakutsi daben jarrera ez dabe ulertzen. «Ez deuskue babesik emoten, baina ezin dogu horren menpe egon. Guk geure aldetik lan egin behar dogu eta besteak jakin beharko dabe zer egin gero. Osterantzean, kanpoko begiralei utzi daiela lana egiten».
«Mi padre era de UGT y me siento defraudada»
Los bilbaínos Luis Barero (78 años), Mari Luz Blas (76) y Esperanza Pichel (67) han visto de todo en política. «He vivido la Guerra Civil y he visto muchas cosas con las que me he sentido muy defraudada y eso que mi padre era de UGT, pero del PSOE de antes, porque los de ahora no son socialistas ni son nada», sostiene Mari Luz con contundencia. Para esta jubilada bilbaína, la Justicia no actúa como debiera. «Ahora habría que legalizar a Sortu y avanzaríamos un poco más, porque los grandes logros no se consiguen de un día para otro, sino paso a paso», asegura. Está convencida de que la manifestación celebrada ayer en Bilbao no alcanzará su meta de legalizar Sortu. «No les interesa, quieren estar ellos otros cuatro años mandando y dirigiendo la orquesta, así que no pondrán nada de su parte», señala. «Pero éste es el camino hacia la paz; si no, no estaríamos tantas personas. Es necesario que gente que sabe y conoce este tipo de asuntos nos ayude y deberíamos dejar que nos echen una mano y no criticarles, que es lo único que todos sabemos hacer», zanja.
«La solución está en la negociación»
Julian Arrate y Juana Burguillo dejaron a sus chavales en Lekeitio para ir a Bilbao a expresar su apoyo a la negociación. «Es la solución del conflicto», afirman. «Cuando el respeto común se imponga a los intereses de cada uno llegará el momento en el que se podrá negociar y alcanzar la paz», señala Arrate. A su juicio, el PNV se aprovechó de la ilegalización y ahora también quiere sacar partido de lo contrario. «¿A qué juega ahora? ¿Tiene miedo a perder el control de las cajas y las diputaciones, que es lo único que le queda?», se preguntan.
Para este matrimonio, existe una gran división entre los ciudadanos y los políticos. «Actúan por intereses propios, al margen del clamor de la sociedad y por ello la legalización de Sortu no está nada clara. El Gobierno está haciendo su papel, el de siempre», censura Arrate, que considera necesario avanzar para garantizar el futuro del país.
EL CORREO, 20/2/2011