Fuga de empresas de Cataluña a Madrid

ABC 23/11/15
EDITORIAL

· El soberanismo ha llevado a Cataluña a la insolvencia financiera y a la desconfianza de los inversores, mientras Madrid encabeza el crecimiento económico

LA Comunidad de Madrid se ha convertido en el principal foco de atracción de inversiones y empresas de España, situándose como la gran locomotora del país, gracias a la favorable política económica y fiscal desarrollada en los últimos años, mientras que Cataluña, por el contrario, ha ido perdiendo peso como consecuencia de los graves desequilibrios presupuestarios, las numerosas trabas al desarrollo de nuevos negocios y, por supuesto, el clima de incertidumbre que se deriva del proceso independentista. Las direcciones opuestas que han seguido ambas comunidades se han traducido en resultados muy diferentes para el crecimiento de sus respectivas economías. Así, mientras que Madrid arroja un saldo positivo de 3.747 nuevas empresas desde el estallido de la crisis en 2008, Cataluña ha sufrido una pérdida neta de 2.097 sociedades. Tan sólo en lo que va de año, un total de 681 firmas catalanas han trasladado su sede a otras regiones de España, optando por Madrid casi la mitad de las mismas.

La cadena hotelera Derby, la filial española de Suez –dueña de Aguas de Barcelona– y el gigante cárnico Vall Companys son algunos de los últimos y más destacados ejemplos del éxodo societario que registra Cataluña. La creciente inestabilidad política que ha generado el nacionalismo, unida a la elevada presión tributaria, está provocando una huida de inversores y empresas hacia lugares mucho más atractivos para los negocios. La comunidad madrileña, lejos de ahuyentar a los empresarios, ha ido configurando un favorable marco fiscal, regulatorio e institucional para atraer proyectos y facilitar el crecimiento de las compañías, potenciando la creación de riqueza y empleo. Un tramo autonómico más bajo en el IRPF, la práctica eliminación del Impuesto de Sucesiones, Donaciones y Patrimonio, y, sobre todo, una mayor libertad comercial y un amplio elenco de facilidades burocráticas a la hora de hacer negocios han permitido que Madrid sea, hoy por hoy, el principal motor económico de España.

No en vano, además de liderar la creación de empresas, concentra más del 60% de la inversión extranjera que ha recibido España durante la crisis, multiplicando por cuatro los fondos destinados a Cataluña. En la actualidad, Madrid encabeza el crecimiento económico, al tiempo que garantiza el necesario equilibrio presupuestario y se mantiene como la autonomía menos endeudada del país. Cataluña, por el contrario, ha caído en el pozo de la insolvencia financiera y en un grave deterioro económico e institucional tras la nefasta gestión de los últimos años, donde la Generalitat se ha puesto al servicio de la utopía independentista en lugar de atender los problemas de la población.