LIBERTAD DIGITAL 15/02/16
· El documento que el PP ha presentado a Ciudadanos y PSOE incluye algunas modificaciones muy significativas respecto a su programa electoral.
El PP ganó las elecciones del 20-D pero, o mucho cambian las cosas o no formará parte del próximo Ejecutivo. Mariano Rajoy sigue con el mismo mensaje que el 21-D: «El PP reivindica su victoria y su derecho a presidir el nuevo Gobierno», pero no tiene pinta de que vaya a conseguir su objetivo.
Esta semana, el todavía presidente del Gobierno ha lanzado su última apuesta: «Cinco acuerdos para el consenso». El programa de legislatura que presentó el jueves a Albert Rivera busca lugares comunes en los que Rajoy cree que puede entenderse con Ciudadanos y con el PSOE. Como explicábamos este sábado en Libre Mercado, en el camino el PP ha claudicado, comprando el lenguaje y las promesas de la izquierda.
Habrá quien diga que tampoco esto es nuevo. A lo largo de la legislatura ha habido voces muy críticas con muchas de las medidas aprobadas por el Gobierno de Rajoy, por entender que no sólo incumplían con su promesa a los electores, sino que eran más cercanas al programa socialista que al popular.
Incluso así, en pocas ocasiones se ha producido un cambio tan pronunciado y en tan poco tiempo como el que va del programa electoral a este documento: ‘Cinco acuerdos para el consenso’. Está claro que si uno quiere un pacto tiene que ceder y aceptar planteamientos de aquél con el que negocia. Lo extraño no es eso, sino cómo ha cedido el PP de inicio (es el documento que lleva a las negociaciones, no el pacto final) y el cambio en el lenguaje. Casi lo más relevante es lo que se cae, términos políticamente incorrectos en determinados ámbitos pero que en algún momento el PP tomó por bandera… Ya no. En la búsqueda de ese imposible que sería un Gobierno presidido por Mariano Rajoy, esas palabras se han perdido.
Déficit y cuentas públicas
PP – ‘Cinco acuerdos para el consenso’: «Cumplir con la senda de estabilidad presupuestaria acordada con la Unión Europea, pero haciendo uso de la flexibilidad que permite la normativa europea, y atendiendo al contexto de la situación fiscal y financiera de España».
PP – ‘Programa electoral‘: » ¿?»
PSOE – ‘Programa para un Gobierno progresista y reformista’: «El objetivo debe ser acordar con Bruselas una senda gradual, realista y equilibrada de consolidación fiscal a cuatro años que sitúe el déficit en el entorno del 1% en 2019. La misma debería permitir colocar el déficit por debajo del 3% en 2017 (un año de retraso respecto a los objetivos actuales) de forma que España pueda salir del brazo correctivo del PDE, abriendo así la puerta para acudir a los mecanismos de flexibilidad de la Comisión y a una relajación del control por parte de Bruselas».
En su programa electoral, el PP no llevaba una sola palabra sobre una posible petición a Bruselas de más margen en el cumplimiento del déficit. Lo más cercano podría ser la propuesta de la página 74: «Estableceremos mecanismos de solidaridad y apoyo presupuestario dentro de la zona euro. La Zona euro, al igual que otras uniones monetarias, debe avanzar en la Unión Fiscal como un proyecto a largo plazo, de manera que se incremente la resistencia de la zona euro frente a shocks económicos y amortigüe aquellas situaciones que afecten de manera desigual a los distintos Estados miembros». En los documentos con los que Rajoy y Sánchez buscan la investidura, éste es uno de los puntos principales. Ahora todos piensan que Bruselas tiene que dar a España más margen con el gasto público.
Mercado laboral
PP – ‘Cinco acuerdos para el consenso’: «Favorecer la estabilidad en el empleo y plantear nuevas medidas que fomenten la contratación indefinida y eviten el abuso de los contratos temporales. Fortalecer los recursos legales y materiales de la Inspección de Trabajo con la finalidad de luchar contra el fraude en materia laboral».
PP – Programa electoral: «Promoveremos un marco de relaciones laborales flexible, seguro y equilibrado. Consolidaremos una cultura del empleo, afianzando unas instituciones del mercado de trabajo y unas políticas de empleo modernas y acordes con una economía competitiva que ofrezca más y mejores oportunidades de empleo para todos.
Garantizaremos un marco de relaciones laborales equilibrado, que facilite los acuerdos entre empresarios y representantes de los trabajadores y la adaptación a la realidad de las empresas, como elementos indispensables para el mantenimiento y la creación de empleo y para combatir la dualidad del mercado de trabajo.
Mantendremos un modelo de relaciones laborales que ponga el acento en la flexibilidad interna para que el despido y la destrucción de empleo sean el último recurso ante las situaciones económicas adversas».
PSOE – ‘Programa para un Gobierno progresista y reformista’: «Incorporar desincentivos legales para las empresas que abusen de los contratos temporales, mediante el incremento de las cotizaciones sociales que deban satisfacer. Puesta en marcha con la mayor urgencia de un plan de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social de lucha contra la explotación y precariedad laboral».
PP y PSOE coinciden, en sus documentos pro-pacto, en un término: «abuso» de los contratos temporales. Y es una coincidencia curiosa, porque en el programa del PP no hay ni rastro del término, al menos en el apartado laboral.
En su programa pre-electoral, los populares pedían avanzar en la dirección marcada por la reforma laboral con una palabra clave por bandera: «flexibilidad». De hecho el título del capítulo era «Promoveremos un marco de relaciones laborales flexible, seguro y equilibrado» Ahora, el primero de esos términos ni aparece.
Impuestos
PP – ‘Cinco acuerdos para el consenso’: «Para ello, no podemos atender únicamente a los gastos. Debemos tener en cuenta los ingresos. Y avanzar en la definición de un sistema tributario que sea aún más eficiente, que exija más a quién más tiene, y que contribuya más al progreso, favoreciendo el crecimiento y el bienestar».
PP – Programa electoral: «Dar prioridad a la reducción de la carga tributaria que enfrentan los ciudadanos y atender desde el ámbito fiscal sus necesidades e inquietudes. Dar un tratamiento más favorable fiscalmente al ahorro y la inversión, para facilitar que los hogares españoles puedan planificar sus necesidades económicas futuras y fomentar que el ahorro se destine a los usos productivos más provechosos para nuestra economía».
PSOE – ‘Programa para un Gobierno progresista y reformista’: «El impulso a un nuevo sistema fiscal que sitúe entre sus prioridades la lucha contra el fraude fiscal y el final de las amnistías fiscales que permita elevar los ingresos de forma estructural en unos dos puntos de PIB a lo largo de la legislatura, a la vez que se efectuará una revisión del gasto público para priorizar su eficiencia».
No hay mención a ninguna medida concreta, pero el cambio en el lenguaje es significativo. El PP, que iniciaba su capítulo de impuestos en el programa electoral dando «prioridad» a las bajadas de impuestos, ahora dice que el problema del déficit no es de gastos, sino de ingresos y que hay que hacer un sistema fiscal «que contribuya al progreso» y «exija más a quien más tiene».
Pensiones
PP – ‘Cinco acuerdos para el consenso’: «Trabajar por garantizar unas pensiones sostenibles, que aseguren la capacidad adquisitiva y la calidad de vida de sus beneficiarios, avanzando además en la reordenación de la financiación de las pensiones y de los gastos que debe asumir la Seguridad Social para favorecer la contributividad y el equilibrio del sistema».
PP – Programa electoral: «Avanzaremos y consolidaremos el fortalecimiento del sistema de pensiones: es nuestro primer objetivo (…) Favoreceremos el ahorro de las familias en previsión de sus necesidades llegado el momento de la jubilación. Aumentaremos la cantidad que da derecho a deducción en el IRPF por las aportaciones a sistemas de previsión social (…)»
PSOE – ‘Programa para un Gobierno progresista y reformista’: «Impulsar en el seno del Pacto de Toledo un acuerdo sobre la articulación del modelo de financiación del sistema con nuevos ingresos procedentes del sistema tributario».
En el programa electoral del PP había poco sobre pensiones. Y lo poco que había iba en la línea de incentivar el ahorro privado, entre otras cosas porque el sistema público parece que no es sostenible a medio plazo, al menos en lo que hace referencia a la relación pensión media / sueldo medio. Pero en el nuevo documento, el PP introduce una sorpresa. Ahora habla de «reordenación de la financiación de las pensiones». ¿Y esto qué quiere decir? La izquierda (y el documento del PSOE es un ejemplo) lleva años pidiendo que se instaure un impuesto para pagar las pensiones públicas, entre otras cosas para evitar la reforma del sistema. ¿Han comprado los populares esta mercancía?
Educación
PP – ‘Cinco acuerdos para el consenso’: «Desde esta convicción, es necesario convocar a todos a un Pacto por la Educación, porque en la mejora de la calidad del sistema, de los resultados educativos y de la capacidad de generar oportunidades, todos podemos estar de acuerdo. Necesitamos educar en libertad y en un clima de convivencia y respeto en las aulas. El papel del profesorado ha de ser clave en la mejora del sistema».
PP – Programa electoral: «Convocaremos a todos los grupos políticos y a toda la comunidad educativa a la consecución de un Pacto Nacional por la Educación.
Una juventud preparada y con oportunidades. El reto del sistema educativo es impulsar al máximo las potencialidades de cada estudiante. La formación debe ser esa escalera social que, gracias al esfuerzo y el mérito, permita a nuestros jóvenes desarrollar sus habilidades y aprovechar al máximo su talento».
PSOE – ‘Programa para un Gobierno progresista y reformista’: «Constituir una Mesa para alcanzar un Pacto Social y Político por la Educación que, en el plazo de seis meses, permita la elaboración de un nuevo marco legal consensuado».
Éste es uno de los cambios más significativos, más por lo que ya no está que por lo que se queda. En todos los documentos de PP, PSOE o Ciudadanos se habla de forjar «un gran pacto educativo». Pero el PP en su programa electoral tenía claro cuáles eran los principios sobre los que edificar ese acuerdo: «Esfuerzo y mérito» para que los jóvenes desarrollen sus habilidades. Son palabras que, por alguna extraña razón, suenan a políticamente incorrectas en ciertos sectores de la sociedad española. Y misteriosamente se han caído del documento con el que Rajoy busca su investidura.
Universidad
PP – ‘Cinco acuerdos para el consenso’: «Es necesario también trabajar conjuntamente para mejorar la Universidad española, planteando la necesidad de consenso para favorecer la equidad entre estudiantes, el apoyo al personal docente investigador o una financiación que promueva la estabilidad, calidad y prestigio de nuestras universidades».
PP – Programa electoral: «Afrontaremos la mejora de la gobernanza y financiación de la Universidad a través de los principios de autonomía y rendición de cuentas, y fortaleceremos su papel de investigación e innovación como elemento clave para mejorar su posicionamiento internacional e impulsar la economía del conocimiento».
PSOE – ‘Programa para un Gobierno progresista y reformista’: «Promover, en el marco de la Conferencia General de Política Universitaria y del Consejo de Universidades, un nuevo marco estatal de precios públicos de matrícula que tenga en cuenta los niveles de renta de la unidad familiar a la que pertenezca cada estudiante y permita mantener un marco coherente en el conjunto del Estado asegurando así la igualdad de oportunidades».
Lo mismo que en el apartado dedicado a la educación, lo más significativo es lo que ya no está. En el programa, la universidad se asociaba a «rendición de cuentas y autonomía», con el objetivo de competir en un marco «internacional». Ahora, el PP busca el «consenso» y se centra en una «financiación que promueva la estabilidad».