EL MUNDO
· Acusa al Gobierno de regatear financiación e información a los Mossos d’Esquadra Asegura que no teme la cárcel: «Nada que me puedan hacer parará el referéndum»
Puigdemont eligió una prestigiosa publicación institucional, el Financial Times, para retomar el camino hacia el referéndum unilateral del 1 de octubre. A 36 días de la votación, que el Gobierno español se ha comprometido a impedir, el presidente de la Generalitat aprovecha también para criticar al Estado por restringir el flujo de dinero y de información a la policía catalana por motivos politicos.
En la entrevista, Puigdemont se refiere a los encontronazos entre el Gobierno español y el catalán a cuenta de los nuevos efectivos de los Mossos d’Esquadra. Antes de la reunión de la Junta de Seguridad del 10 de julio hubo polémica sobre cuántos nuevos agentes debía incorporar el cuerpo –la Generalitat anunció 500 plazas– y sobre su acceso a foros internacionales como Europol.
El presidente catalán recupera aquellos desencuentros para acusar al Gobierno de no preocuparse por la seguridad de los catalanes. «Les dijimos que no hicieran política con la seguridad, pero desafortunadamente tenían otras prioridades», afirma, poco más de una semana después de los atentados.
Las declaraciones de Puigdemont llegan después de que tanto él como el Gobierno español hayan subrayado la buena colaboración entre administraciones y cuerpos de seguridad durante la investigación de los ataques. El mismo presidente de la Generalitat dice al Financial Times que las relaciones sobre el terreno de los Mossos d’Esquadra y la Policía española fueron «excelentes».
Pero eso no impide que confirme con toda rotundidad que los atentados no frenarán el camino hacia el referéndum. «La vuelta a la normalidad es una derrota para los terroristas», asegura, en la línea de lo que han dicho los dirigentes independentistas en los últimos días. La lógica que siguen es que, como «la normalidad» de la política catalana de los últimos años es el plan independentista, conviene retomarlo.
En esta línea, el presidente de la Generalitat se refiere también al discurso soberanista de que la actuación de los Mossos tras los ataques demuestra que Cataluña puede ser independiente. Tras alabar la actuación de la policía catalana, que «incluso sin las herramientas que necesita y mal financiada ha gestionado la crisis excepcionalmente», Puigdemont asegura: «Mostramos cada día que estamos preparados para actuar como un Estado independiente, no sólo en momentos excepcionales».
El presidente catalán también se refiere a la posibilidad de acabar en la cárcel. El Ejecutivo catalán sabe que el Gobierno impugnará la ley del referéndum en cuanto se dé luz verde a su tramitación –ya sea la semana que viene o, lo que es más probable, justo antes del pleno del 6 de septiembre–, pero Puigdemont exhibe determinación. «No quiero ir a la cárcel, pero no hay nada que puedan hacerme que me haga parar este referéndum», subraya.
Para dejar más clara su obstinación, el presidente de la Generalitat desvela que, de hecho, ya tiene «más de 6.000 urnas» listas. No dice de dónde las ha sacado: una primera convocatoria para comprarlas motivó una querella de la Fiscalía y quedó desierta, y el Govern decretó después un cerrojazo informativo sobre el asunto. Según los cálculos del Ejecutivo catalán, se necesitaban unas 8.000 urnas, pero ahora, con 6.000, el president ya ve imparable la consulta: «No veo cómo el Estado puede impedirla».
Puigdemont termina con una declaración dirigida al público internacional, un ámbito en el que los independentistas han obtenido de momento pocas alegrías. Para transmitir la idea de que el referéndum unilateral es una iniciativa ampliamente secundada por los catalanes, asegura: «Todo el mundo está convencido de que este es el momento de decidir. Este es el voto definitivo, el momento para acabar con este proceso. Estoy convencido de que habrá votos suficientes para mostrar al mundo cuál es el deseo del pueblo catalán».
Las palabras de Puigdemont causaron un profundo malestar en el Gobierno español. Sin embargo, fuentes del Ejecutivo citadas por Europa Press rechazaron responderlas por «responsabilidad y sentido común».
La andanada del presidente de la Generalitat contra el Gobierno no le impidió a llamar a la unidad y a la participación en la manifestación de hoy. «Tenemos una cita para contribuir a derrotar el terrorismo. Somos gente muy diversa, que pensamos muy diferente, pero tenemos la misma prioridad: una sociedad libre basada en el respeto», había dicho poco antes.
De hecho, hasta que se divulgó a primera hora de la tarde la entrevista en el Financial Times, el independentismo había lanzado oficialmente mensajes muy comedidos. El Parlament, donde Junts pel Sí y la CUP tienen mayoría absoluta, aprobó por unanimidad una declaración institucional que destaca que «solidaridad, libertad y convivencia pacífica en la diversidad son la derrota del terrorismo». También llama a «continuar trabajando por la democracia y la cohesión social», y a «garantizar los derechos y libertades individuales y colectivos».