1.Esto no ha sido un vuelco electoral. Ha sido un vuelco sociológico.
2. Esta España es nueva y ni siquiera se parece a la España de Aznar o de Rajoy. Es la España de Isabel Díaz Ayuso, de José Luis Martínez-Almeida, de Juan Manuel Moreno Bonilla y de Alberto Núñez Feijóo. Una España con Madrid y Andalucía como motores del país en sustitución de Cataluña y el País Vasco.
Gracias Madrid. pic.twitter.com/nKAWwoVVdv
— PP Comunidad de Madrid (@ppmadrid) May 28, 2023
3. La pregunta hoy no es si España ha dejado de ser sanchista, sino si España ha dejado de ser un país genéticamente socialdemócrata.
4. Dicen en el PSOE que han entendido «el mensaje». ¿Lo habrá entendido el Feijóo que habla de la «España plurinacional»? Casi tan importante cómo analizar bien por qué ha ganado el PP es analizar bien por qué ha perdido el PSOE.
5. Los españoles han dicho «no» a Pedro Sánchez y sus socios. Es decir, a un proyecto de país divisivo y que ha puesto durante cinco años a los españoles en manos de partidos cuyo objetivo declarado es la destrucción de España. Una vez más, la lección es también para Feijóo: con Vox, ni a la esquina. Que apoyen al PP si quieren, pero gratis.
6. Estas elecciones eran locales pero, para desgracia de alcaldes y barones socialistas, han sido interpretadas como un referéndum sobre el sanchismo. Dicen que el PSOE «no ha bajado tanto» (sólo pierde un punto respecto a 2019). Pero esos votos no son suyos, sino de sus alcaldes. En unas generales, el porcentaje habría sido mucho menor.
7. Las elecciones de este domingo suponen el fin de varios ciclos políticos. 1. El del sanchismo. 2. El de la «nueva política» de Ciudadanos y Podemos, ambos en fase de derribo. 3. El de ERC, que es lo mismo que decir el procés. Y 4. El del PNV.
8. Dicen adiós, en diferentes grados, Ada Colau, Joan Baldoví, Ximo Puig, Roberto Sotomayor, Alejandra Jacinto, Miguel Ángel Revilla, Teresa Rodríguez, Irene Montero, Ione Belarra, Ángela Rodríguez Pam, Gabriel Rufián, Javier Lambán, Óscar Puente, Pablo Echenique, Pablo Iglesias, Yolanda Díaz, Mónica García, Íñigo Errejón, Rita Maestre, Francina Armengol y muchos, muchos más. Algunos de ellos seguirán vegetando en la política todavía durante algún tiempo. Pero son zombis.
Hoy no es un buen día para los madrileños y madrileñas. Pero aquí hay una fuerza que va a seguir ocupándose de Madrid. Asumo el liderazgo de la oposición y seguir construyendo la alternativa al gobierno al PP. pic.twitter.com/f3N3F5dobd
— Mónica García (@Monica_Garcia_G) May 28, 2023
9. Mención especial para Pablo Iglesias, al que Ayuso expulsó de la política en 2021 y que repitió ayer placer viendo cómo su partido desaparecía de Madrid sin dejar rastro. Si lo intenta una tercera vez, podremos empezar a hablar de masoquismo.
10. Ahora el PSOE debe cortar la hemorragia o ese «no» a Sánchez acabará convirtiéndose en un «no» al PSOE. De estos resultados a la pasokización hay sólo un paso.
11. Los alcaldes y los barones del PSOE se han convertido en el ‘niño de los azotes’ de Sánchez, ese pobre desgraciado que se llevaba los golpes en lugar del hijo de los nobles. Pero ellos fueron los que permitieron que Sánchez se apropiara de la vara de fresno. Ahora se arrepentirán de no haber actuado antes.
12. Cada cual saca de las urnas el mensaje que más le conviene. Pero el de ayer parece obvio: lo que ha ocurrido en España durante los últimos cinco años no puede volver a repetirse jamás. España no quiere más Frentes Populares, por más que se presenten con el ropaje del «progresismo».
13. Que los pactos con Podemos, ERC y EH Bildu eran veneno en las urnas a medio y largo plazo lo sabía hasta el último español alfabetizado. Pero el presidente no tenía plan B. Tampoco lo quería. Sánchez ha muerto en trincheras ajenas y ahora ya no tiene tiempo hasta final de año para buscarse una propia. Nadie le creería, además.
14. En circunstancias normales, un presidente que ha sido desautorizado de esta manera en las urnas presentaría su dimisión por el daño hecho a su partido. Pero nada es normal en España desde hace cinco años, y el PSOE menos que nada.
15. Barcelona no tiene remedio. El Gobierno que salga de las próximas generales debe ser consciente de que el puesto de segunda ciudad nacional ha quedado vacante por deseo expreso de los barceloneses. Son otras ciudades españolas las que deben tener ahora las oportunidades que ha desaprovechado Barcelona durante las últimas cuatro décadas. Málaga y Valencia tendrán su oportunidad: sólo han de imitar a Madrid.
16. El PSOE lo ha perdido todo en Andalucía, con la excepción de Jaén. Siete capitales son ya del PP, incluida la joya de la corona, Sevilla y una plaza, Cádiz, que parecía imposible. Nadie lo habría creído en 2018. Como dice Ayuso, «del socialismo se sale». En Andalucía han salido en estampida y no parecen querer volver al pasado.
17. Yolanda Díaz tenía fama de ser veneno en las urnas. Ayer lo confirmó con creces. La ministra de Trabajo es un bluf y Sumar, un barco que ni siquiera está hundido, porque jamás ha llegado a zarpar.
18. Podemos es ya un partido residual. Pero su único objetivo en estas elecciones era reventar el proyecto de Yolanda y lo han conseguido. Felicidades, supongo, por esa victoria pírrica y tan, tan española.
La derecha y la extrema derecha tienen hoy aún más poder. Hemos puesto todo nuestro entusiasmo y nuestra valentía pero nuestros resultados son malos. Ahora toca ponerse a trabajar porque aunque a veces retrocedamos, esta fuerza política va a estar siempre al servicio de la gente.
— Ione Belarra (@ionebelarra) May 28, 2023
19. Los madrileños, la vanguardia moral de esta nueva España más libre, han dictado sentencia sobre la repulsiva campaña electoral de Podemos en Madrid. Veremos dónde se atrinchera ahora el electorado extremista de Montero, Iglesias y Belarra. Los ciudadanos a los que Podemos ha batasunizado no desaparecerán de la noche a la mañana.
20. EH Bildu arrasa en el País Vasco con 44 terroristas en sus listas. El problema del País Vasco no es ya político, sino moral. Pero el que tiene que tomar nota es el PNV. Le dieron la presidencia en una moción de censura a quien ha blanqueado a su enemigo en las urnas y ahora pagarán el coste. Cinco años tarde, pero lo pagarán.
21. Y esto es, exactamente, lo que ocurre si blanqueas el terrorismo. Que los que defienden el proyecto político del crimen acaban ganándole elecciones a los «demócratas» que les blanquean.
EH Bildu gana por primera vez en Vitoria y el PNV se desploma al cuarto puesto.#28M pic.twitter.com/hmjQWT8Wcv
— EFE Noticias (@EFEnoticias) May 28, 2023
22. Sánchez no dio ayer la cara en Ferraz. Pero fue él el que planteó las elecciones como un referéndum sobre su persona y, por tanto, es Sánchez el que ha perdido estas elecciones. Un líder no sólo se preocupa por él mismo, tiene también una responsabilidad hacia su equipo. Y Sánchez no la asumió ayer.
23. La desaparición de Ciudadanos elimina uno de los últimos obstáculos que le quedaban a Feijóo en su camino a la Moncloa y confirma que, como hemos defendido siempre algunos, los votantes naranjas han estado siempre a la derecha de sus líderes. Lo repito una vez más: Ciudadanos, con la excepción de mi querida Inés Arrimadas, siempre ha sido un partido al que no le gustaban sus votantes y que con gusto los habría cambiado por los del PSOE. Al final, esa esquizofrenia ha acabado con el partido.
24. José Félix Tezanos debe presentar hoy lunes su dimisión irrevocable.
25. Pero los lamentables sondeos de Tezanos al menos tenían la excusa del sectarismo. Son los medios de izquierdas los que han demostrado desconocer el país en el que viven. Los sicalípticos análisis de sus agradaores decían lo que Moncloa quería oír y así, en este ridículo diálogo de besugos entre políticos desconectados de sus ciudadanos y periodistas desenchufados del sentido común, se le han ido estas elecciones a la izquierda.
26. Se confirma, una vez más, que la derecha conoce mejor a la izquierda de lo que la izquierda conoce a la derecha. Y que tiene mejores y más inteligentes periodistas.
27. El PSOE no ha conseguido ni siquiera su objetivo de mínimos, que eran Barcelona, Sevilla y conservar todos sus comunidades, menos una. ¿A qué espera Pedro Sánchez para presentar su renuncia?