IGNACIO MARCO-GARDOQUI-EL CORREO

El Gobierno ha entrado en una fase de hiperactividad que le ha llevado a convocar un Consejo de Ministros extraordinario para el próximo sábado y otro para el siguiente lunes, y a rellenarlos con un ingente catálogo de medidas antiinflación. Se ha dicho que el detonante de este frenesí es la preocupación que suscitan los precios. Pues no, eso no es novedad. La evolución de los precios no empezó ayer, lleva meses dando la lata. La razón no puede ser otra que el estruendoso resultado de las elecciones andaluzas.

Ahora llegan las prisas para recomponer el estropicio y recuperar el terreno perdido. Por eso se anuncia antes y se repetirá después de los consejos un abanico de medidas de diverso tenor. Todas ellas van dirigidas a paliar los efectos causados por la inflación. Muchas de ellas son repetición de las ya ensayadas, como la bajada de impuestos y otras similares y más novedosas, como las rebajas de los bonos de transporte para incentivar el uso del transporte público. ¿Servirán? Aliviarán el corto plazo, pero dudo que sean efectivas para doblegar la situación. ¿Por qué? Porque todas ellas siguen la tradición de enfrentarse a los efectos del problema, en lugar de dirigirse a atajar sus causas.

Este Gobierno, cuando se detecta una carencia, de empleo, de vivienda, de ingresos o de lo que sea, siempre trata de sustituir el ingreso perdido por la gente y no se ocupa de restituir la fuente del ingreso perdido. Es decir, ante un parado le concede una ayuda, cuando lo ideal sería concentrarse en crear las condiciones necesarias para que haya más empleo. Todo lo más lejos que llega es a crear un empleo… público, con dinero público. Es experto en repartir cestos con panes y peces (Juan 6,1-14), pero no ha creado ninguna academia de pesca, ni patrocinado ninguna tahona y eso es lo que necesitamos.

La otra medida, la subida del Impuesto de Sociedades para las compañías energéticas resulta curiosa pues la anuncia la vicepresidenta segunda y la niega la vicepresidenta primera. ¿Se pondrán de acuerdo antes del sábado? No creo, no entra en la tradición de este permanente guirigay.

También podrían informar de los resultados obtenido por las medidas anteriores, como la bajada de impuestos que se hizo, los céntimos con que se subvencionaron los carburantes o el famoso tope del gas. ¿Cuáles han sido sus efectos reales y totales? Porque si miramos a los precios de la electricidad no resulta sencillo atisbarlos. Tomar medidas para solucionar problemas forma parte de sus obligaciones, rendir cuentas de sus logros, también. Por más que, en ocasiones, no los haya.