ABC 28/09/15
· Los populares no cubren sus expectativas, tras dejarse 4,5 puntos
El PP no lo consiguió. La gran apuesta de García Albiol, pero sobre todo de Mariano Rajoy, de conseguir una movilización que desinflara el globo separatista en Cataluña, falló: se logró la enorme participación que se buscaba, pero ésta no se tradujo en un incremento suficiente del voto al partido del gobierno. Los populares salvaron los muebles con un resultado bastante por debajo del obtenido en 2012 –11 escaños, frente a los 19 que entonces consiguió Alicia Sánchez-Camacho–, pero mejoraron sus malísimas perspectivas iniciales.
Rajoy apostó en esta campaña catalana por un doble mensaje. Por un lado, el del miedo: explicar con toda crudeza las consecuencias que tendría una declaración unilateral de independencia en Cataluña. Un objetivo en el que se vio ayudado por las voces de empresarios grandes y pequeños, banqueros y destacados dirigentes europeos como Hollande, Sarkozy, Merkel, Cameron, e incluso el presidente norteamericano Barak Obama.
No llegó el mensaje
Por otro lado, en el último tramo de la campaña se intentó un acercamiento a la sociedad catalana, con referencias a los sentimientos y al deseo de permanecer unidos porque sería mejor para todos. Incluso Rajoy y varios de sus dirigentes del partido y ministros del Gobierno grabaron un vídeo hablando en catalán, en el que lanzaban este mismo mensaje de unidad. Pero no caló. De hecho, nada de eso ha servido para frenar el empuje de los partidarios del «si», que consiguieron una amplia mayoría de escaños, aunque no la mayoría absoluta de votos. Esa cifra sólo la logran –y únicamente en diputados– uniendo fuerzas con la CUP, más radical. Precisamente, el que tal vez sea el peor de los escenarios para el PP, que tendrá muy complicado conseguir un entendimiento con esta formación.