Eduardo Uriarte-Editores

En el artículo de hoy en El Confidencial Ignacio Varela atina en la descripción del debate de investidura de ayer al oponer el discurso honesto del candidato Feijóo a la contestación realizada, cual un vómito de bilis, por el diputado Puente. Pero, explica, “Lo peor del escupitajo —con el que, sin duda, Sánchez quiso hacer visible el desprecio que siente por alguien que acaba de recibir ocho millones de votos— es que el mercenario traía escrita, manufacturada con toda seguridad en algún despacho de la Moncloa, la sarta de burradas que soltó en sus dos deposiciones. Y lo más preocupante es lo que tiene de síntoma: Sánchez ha interpretado la victoria electoral de su bloque (que no de su partido) como un salvoconducto universal para ciscarse en todo lo que le pongan por delante, empezando por la urbanidad básica”.

Hay amigos, evidentemente votantes de Sánchez, que consideran mi desdén y fobia hacia éste inmerecidamente exagerada, Personas que en el pasado tuvieran una militancia cívica digna frente a ETA, pero que debido, probablemente a una excesiva adhesión sentimental, más propia de ideologías totalitarias que liberales, excusan el comportamiento de su líder, por aquello -gran logro del sanchismo- del odio a la derecha. memoria democrática, feminismo identitarismo, etc. mediante. Conquistas excelsas y sagradas dignas de un Proudhon radical renacido. Por fidelidad, digamos religiosa, como les pasa a los nacionalistas, siguen ahí, cuando lo digno desde parámetros no sólo democráticos, sino de mera urbanidad, es alejarse. ¿ O acaso no sois capaces de observar los tics típicos de fanfarronería y prepotencia de los facciosos en el entorno de Sánchez?

Ha sido tan bochornoso el espectáculo promovido por el grupo socialista en el Congreso, no ´solo por el desprecio hacia la derecha, sino por lo que supone de desprecio al parlamentarismo, que es para temerse lo peor en la legislatura que viene. Y luego hacen del diálogo una bandera (diálogo con los que quieren romper el Estado), que permite suponer que tras dicho desprecio hacia el parlamentarismo vendrá el directamente dirigido hacia la Constitución y la soberanía ciudadana pactando con loa antisistema la amnistía para los secesionistas y el consiguiente derecho a la secesión.

Lo que me sorprende es que doctos amigos después de todas las transgresiones a la legalidad realizadas en la legislatura pasada no sospecharan que Sánchez es capaz de esto y de mucho más. Sólo una recuperada dignidad por el Constitucional podrá impedirle la sucesión de aberraciones políticas que aún nos quedan por ver. Y no estaría yo muy seguro que las realizara incluso en contra del Constitucional.

Amigo Nicolás: Te hicieron un favor echándote precisamente justo antes de estos episodios tan infames.

Les recomiendo la lectura de la mayoría de los medios sobre la actualidad política aunque les pueda suponer algunas jornadas de insomnio. A mí sí.