EL MUNDO – 03/09/15
· El ‘president’ admite las donaciones de Teyco, pero dice que son inferiores al 3% y que eran «a cambio de nada» Miquel Iceta (PSC) y Albert Rivera (Ciutadans) le piden que dimita si se demuestran las mordidas.
La comparecencia de Artur Mas en el Parlament, que el presidente de la Generalitat había pedido para explicar de nuevo las causas que le han llevado a adelantar las elecciones, se convirtió en un tercer grado sobre el supuesto cobro de comisiones por parte de Convergència. La principal línea de defensa de Mas fue la que su partido ha utilizado hasta ahora: que los pagos de Teyco a la fundación CatDem no son comisiones por concursos de obras públicas sino «donaciones legales». Mas añadió que, en todo caso, esas donaciones no coinciden con el 3% de los proyectos adjudicados.
Pese a los esfuerzos de Mas por centrar el debate en los supuestos agravios del Gobierno español que le habrían empujado a convocar las elecciones del 27-S, la oposición prefirió centrarse en la corrupción. El president no rehuyó el debate; en cualquier caso, estaba obligado a responder, porque PSC, PP, Ciutadans, ICV y hasta Unió habían forzado un cambio en el orden del día después de los registros policiales a la sede de Convergència y a la de su fundación por el caso 3%.
Mas utilizó varios argumentos para defender las «donaciones» de Teyco. «Son donaciones a cambio de nada», insistió el presidente de la Generalitat. Y para tratar de probarlo, afirmó que «Teyco contrató con administraciones gobernadas por diferentes formaciones políticas», no sólo con CiU. Sin embargo, tanto los representantes de PSC (Miquel Iceta) como de ICV (Joan Herrera) puntualizaron que las fundaciones de esos partidos nunca habían recibido ninguna donación de la empresa.
Pero la principal línea de defensa de Mas fue que, en todo caso, el porcentaje de la supuesta mordida no concuerda con lo que se ha publicado hasta ahora. «Cuando se hacen las sumas y las restas, y se habla del 3%, resulta que no cuadra ni una sola cifra. Año 2009, la aportación de Teyco a CatDem no tiene nada que ver con el 3%, es inferior», dijo.
El presidente de la Generalitat, que se presenta como número cuatro de la lista de Junts pel Sí aunque opta a la reelección, hizo suya también la explicación que ha ofrecido Teyco: que si calculaba el 3% de cada adjudicación, como prueba el documento encontrado en la caja fuerte de Sumarroca y que hizo público EL MUNDO, era precisamente porque querían evitar que las donaciones a la fundación de Convergència coincidiesen con ese porcentaje. «Lo calculaban porque todo el mundo sabe que desde el año 2005, Pasqual Maragall nos acusó sin fundamento y sin pruebas con el 3%», dijo.
Pero Mas se quejó mucho más de las formas de la operación policial del pasado viernes que del fondo. El president atribuyó directamente los registros a una operación de Estado, y dijo que el PP buscaba sacar de ellos «rédito electoral». Pese a que varios partidos de la oposición le recordaron que fue un juez de El Vendrell (Tarragona) quien ordenó las actuaciones, y que el caso tiene su origen en una denuncia de un concejal de ERC de esa comunidad, Mas insistió en que todo estaba «promovido por poderes que jerárquicamente dependen de las estructuras de poder del Gobierno central».
«A estas alturas de la película yo ya no creo en determinadas casualidades», se quejó Mas. «Ha pasado a un mes de las elecciones. Y casualmente el mismo día que una candidatura promueve un gran acto de participación ciudadana», añadió con respecto al primer mitin multitudinario de precampaña de Junts pel Sí, la lista independentista que engloba a CDC y a ERC.
Pero fue más allá cuando, para dejar en evidencia que el Gobierno quería que los registros se convirtieran en un «espectáculo televisivo», desveló que «algún medio de comunicación, que estaba avisado el día antes, avisó a su vez a un dirigente de Convergència». Y anunció que espera nuevas sorpresas antes de las elecciones: «Hacen montajes para acabar políticamente con determinada gente, esto no es un Estado de Derecho. Me juego lo que quieran a que habrá nuevos montajes hasta el 27-S».
Decididos a no dejar que el president utilizara el Parlament para organizar un acto de campaña, los partidos de la oposición cuestionaron todos los argumentos de Mas. Iceta le pidió sin éxito que prometiera su dimisión si se demuestra el pago de comisiones; Santi Rodríguez (PP) recordó que la actuación policial contra Rodrigo Rato se produjo un mes antes de las elecciones municipales «y nadie se quejó»; y Herrera afirmó que «quien hace daño a Cataluña es quien se envuelve en la senyera y no da explicaciones convincentes».
En cuanto a Albert Rivera, utilizó la parte final de su intervención para quejarse de que Mas haya convocado las elecciones en un puente que sólo se celebra en Barcelona –la provincia que menos vota a partidos nacionalistas– y para pedir un cambio en la Generalitat. «Con las evidencias, si usted tuviera dignidad política, debería marcharse. Como no lo va a hacer, los catalanes podemos firmar su carta de dimisión el 27-S», afirmó el líder de Ciutadans.
Mención aparte merece la intervención de Roger Montañola. CiU se dividió el tiempo por primera vez en el Parlament; y, en su turno, el diputado de Unió quiso advertir a Mas, «desde la profunda catalanidad» de su partido, de que la perspectiva de una independencia unilateral «genera incertidumbre e inestabilidad, y perjudicaría a las empresas y a los ciudadanos».
LAS FRASES DE LA OPOSICIÓN
· Albert Rivera (C’s). «Han tenido el privilegio de saber que iban a entrar en la sede de CDC. Las trituradoras no darían abasto».
· Santi Rodríguez (PP). «No busquen manos negras, busquen manos largas». «Si tiene pruebas de que Interior filtró la operación, presente denuncia. Si no, rectifique».
· Miquel Iceta (PSC). «Parece que todo se basa en votar ‘sí’ a la independencia en el Parlament cuando toque. ¿Y el resto de días qué harán?».
· Joan Herrera (ICV). «Si el registro va en contra del proceso, por qué no registran a ICV, ERC o la CUP» «No será la última vez que habla de corrupción, pero espero que sea la última vez que hable como presidente».
· Roger Montañola (UDC). «Se debería preguntar por qué el 9-N erámos tantos y ahora somos tres menos».
· Marta Rovira (ERC). «El Estado usa la corrupción para ir contra la independencia».
EL MUNDO – 03/09/15