Bildu y PNV dejan fuera al PSE de la comisión municipal de Donostia 2016

EL CORREO, 13/7/11

Socialistas y populares temen que se desvirtúe el proyecto original de la capitalidad cultural

Las primeras chispas en torno a Donostia 2016 comenzaron a saltar ayer en el Ayuntamiento de San Sebastián tras repartirse Bildu y PNV la presidencia y la vicepresidencia de la comisión municipal que se ocupa de la Capitalidad Cultural Europea. La designación del alcalde donostiarra, Juan Karlos Izagirre, como presidente -con los tres votos de su grupo y los cuatro que suman PSE y PNV- y de la concejala Miren Azkarate como vicepresidenta -con el apoyo de sus dos representantes y los tres de Bildu- fue interpretado por socialistas y populares como una prueba de que el nuevo equipo de gobierno profundizará en el frentismo, más allá de la trascendencia de la medida.

Izagirre también excluyó al PP de estar presente en el órgano rector de Tabakalera

Y es que la comisión municipal carece de competencias ejecutivas, ya que sus funciones se reducen a informar y consultar a los grupos municipales sobre la evolución de la candidatura donostiarra, designada el pasado 28 de junio Capital Cultural Europea 2016, a falta de su proclamación en mayo del año que viene en el Parlamento europeo.

La distribución de estos dos cargos abrió una brecha entre Bildu y PNV, por un lado, y PSE y PP, por el otro. En declaraciones realizadas a este periódico por Izagirre y Azkarate, ambos negaron que tras el reparto de estos dos cargos se encuentre algún tipo de maniobra destinada a modificar el contenido o la orientación del proyecto cultural. Socialistas y populares destacaron lo contrario y consideraron que es un gesto que apunta a «un retorno a la política de frentes».

El alcalde donostiarra negó cualquier tipo de intencionalidad dirigida a hacer tabla rasa con el programa. «En absoluto, no hay intención de dar un giro de 180 grados», asegura Izagirre. «El programa ofrece unas posibilidades serias de hacer aportaciones y de llenar de contenidos el discurso. Lo que sí tenemos claro es que al euskera, la cultura vasca y la participación, que ya están en el programa, hay que darles mayor contenido del que tenían hasta ahora». El alcalde recordaba que cuando se propuso la enmienda para cambiar la formación de la comisión, «el PNV nos preguntó qué nos parecía que estuviera Miren de vicepresidenta, dijimos que bien y sin más historia».

Creer en el proyecto

Por su parte, Miren Azkarate resaltó que comparte «los ejes del programa, con la paz y la reconciliación como protagonistas, pero habrá que ver en algún momento si hace falta potenciar más la presencia del euskera y la cultura vasca».

Desde las filas socialistas, Marisol Garmendia lamentaba que sean Bildu y PNV, «dos formaciones que no han creído en este proyecto de la candidatura», quienes lideren ahora la comisión municipal. «No tiene sentido que haya recelos por parte de nadie -replicaba Izagirre-. Nosotros hemos dicho desde el principio que estamos dispuestos a modificar nuestras posturas en aras del consenso y de un acuerdo, y en este tema, también». En todo caso, Izagirre garantiza que el proyecto se va a respetar tal cual se ha elaborado a lo largo de los tres últimos años.

No era de la misma opinión Garmendia, para quien la decisión pactada ayer entre Bildu y PNV significa que «ya empiezan a asomar la pata». «No es un buen comienzo para esta nueva etapa de Donostia 2016», agregaba. En su opinión, «Bildu y PNV quieren hacer tabla rasa de la experiencia acumulada». El portavoz popular, Ramón Gómez Ugalde, calificó la decisión de los nacionalistas de «preocupante». «Marisol Garmendia se merecía ocupar el puesto porque ha impulsado el proyecto durante los tres últimos años», agregó.

Además, Bildu excluyó al PP del órgano rector de Tabakalera, en favor del PNV, que contará con la presencia de su concejal Eneko Goia. La decisión de Bildu fue duramente criticada por los populares, que acusaron al alcalde de romper su palabra sobre la representación proporcional, y también por el propio Eneko Goia, que quiso desmarcarse de esta decisión.

EL CORREO, 13/7/11