Tiempo y oportunidad
Hacía ya bastante tiempo que no nos visitaba un clásico, la culpa de la prensa. Y mira por donde ha tenido que ser Vox y por medio de una de sus mejores cabezas quién ha arremetido esta vez contra dos periódicos, El País y El Mundo por “un intento de dinamitar la moción de censura contra Sánchez”. En la aseveración del portavoz hay un problema de lógica, al señalar las entrevistas que en los citados medios se han hecho al candidato de la moción, Ramón Tamames. El problema no está en las entrevistas, sino en el entrevistado. Las dos eran relevantes, más explícita la de El Mundo, ya desde los primeros compases. Estuvo muy acertado Bustos al poner de manifiesto que la entrevista se había concertado a petición del entrevistado, lo que hace suponer que también se la ha pedido al diario de Prisa. Era un dato relevante.
La moción de censura en nuestro ordenamiento constitucional tomó modelo de la alemana y se considera ‘constructiva’ porque debe llevar un candidato a la Presidencia para sustituir al presidente censurado y parece lógico que el candidato exponga un programa de Gobierno. No será así la de Vox, ya que el candidato no estará constreñido por el programa electoral del partido que lo propone e intervendrá con total libertad, comprometiéndose, supongo, a disolver las cámaras y convocar elección en el plazo más breve posible. Ya había pasado antes. En la única moción que prosperó, la que presentó Pedro Sánchez contra Mariano Rajoy en junio de 2018, el candidato no anunció programa de Gobierno alguno. Sí la inmediata convocatoria de elecciones con el resultado que hemos visto.
Las opiniones del candidato sobre el partido que lo propone son manifiestamente mejorables: coincide con Sánchez en la creencia de que España es una nación de naciones, se inspira en Pi y Margall, se muestra crítico con el apego de Vox a la bandera nacional, y mucho más apegado a las autonomías de lo que parece su partido.
Es sobradamente conocido que Tamames tiene una edad, pero no parece que la merma de capacidad y agilidad intelectual que suele acompañarla no es un inconveniente grave frente a la discapacidad media de los diputados del sanchismo. No diría yo tanto de los efectos físicos, de su pérdida de movilidad, que ya han llevado a Meritxell, mi Meritxell, a autorizarle a intervenir sin que tenga que subir al atril de oradores; podrá hacerlo desde el centro del hemiciclo, el espacio de las taquimecanógrafas, que en esta legislatura comparten con Echeminga Dominga, que viene de Francia. Cualquier comparación entre los dos es vejatoria para Tamames, pero no se trata de comparación; comparen la discapacidad física del portavoz de Podemos con la de Stephen Hawkins para entender lo que quiero decir; la foto convierte en inevitable la analogía.
Lo que sí tiene importancia es el tiempo, no la edad. La moción de censura habría requerido una propuesta previa al primer partido de la oposición y haberla presentado hace meses. Celebrarla cuando faltan nueve semanas para las elecciones del 28-M es un disparate y una pérdida de tiempo.
En todo caso, y como decía Jorge Bustos, Vox no utiliza a Tamames. Es Tamames quien utiliza a Vox.