CiU y ERC preparan desde hoy la consulta

EL MUNDO 07/01/13

A finales del mes de enero aprobarán en el ‘Parlament’ una «declaración de soberanía»

CiU y Esquerra Republicana (ERC) se reúnen hoy por primera vez desde que empezó la legislatura con un objetivo: preparar la consulta independentista que Artur Mas se ha comprometido a convocar en 2014. El pacto de los partidos nacionalistas, inédito desde 1980, tiene en el referéndum el único punto de anclaje: todo lo demás les separa.

Es por ello que tanto CiU como Esquerra darán especial relevancia a todo lo relacionado con la consulta. Empezando por el primer pleno de la legislatura, previsto para finales de mes, en el que ambos partidos tienen previsto impulsar una iniciativa que ponga la primera piedra de ese referéndum: una declaración que reconozca la «soberanía» de Cataluña diferenciada de la española.

La Generalitat quiere cargarse de razones para llevar a cabo la consulta. El plan es negociar -Artur Mas se ha dado un plazo de medio año- con el Gobierno central en primera instancia para intentar que traspase temporalmente las competencias sobre convocatorias de referendos a Cataluña, a la manera de lo que ha hecho el Reino Unido con Escocia. Pero tanto CiU como Esquerra tienen claro que esa es una vía muerta, y que tendrán que recurrir a instancias internacionales si quieren seguir con su proyecto, así que buscarán legitimar la existencia de una soberanía catalana, que podría entrar en conflicto con la Constitución, en la primera cita parlamentaria del año.

Tras la reunión del Govern de la semana pasada, el portavoz de la Generalitat, Francesc Homs, anunció la hoja de ruta que seguirá el Ejecutivo para intentar llevar a cabo un proyecto que quedó muy tocado el 25 de noviembre, cuando Mas, en vez de cosechar la «mayoría excepcional» que había pedido, vio cómo los escaños de CiU en el Parlamento catalán se reducían de 62 a 50.

Homs afirmó que en febrero empezará a trabajar el nuevo Consejo Catalán para la Transición Nacional, «como órgano de impulso, de coordinación y de asesoramiento en el proceso de consulta y de transición nacional, con el objetivo de garantizar su impulso y su materialización».

Se trata de un ente que acordaron crear CiU y ERC como parte de las «estructuras de Estado» y que pretenden impulsar en paralelo a la preparación de la consulta. Otras actuaciones en ese sentido son la creación de una Hacienda propia, la creación de un banco público catalán o la de una ley integral de policía pensada para la hipótesis de que Cataluña se constituya en un Estado independiente.

El pacto entre los partidos nacionalistas establece siete ejes de actuación: la recuperación económica, la cohesión social, el derecho a decidir, la sostenibilidad y estabilidad de las finanzas públicas, la transparencia de la administración, el equilibrio territorial y «la proyección exterior de Cataluña, además del reconocimiento internacional de la identidad, la lengua y la cultura catalanas». Además, esas formaciones han pactado la creación o recuperación de hasta 11 impuestos, entre ellos el de Sucesiones.

Sin embargo, CiU y ERC sólo están de acuerdo en lo que respecta a la consulta, y es previsible que las diferencias en cuanto a la política social les distancien. Máxime cuando, según los cálculos del Gobierno catalán, el recorte en los presupuestos de 2013 ascenderá a 4.000 millones de euros si se quiere cumplir con el tope de déficit del 0,7% de su PIB.

En este contexto, está por ver de qué manera actuarán el resto de los partidos. Mientras se da por hecho que las formaciones de izquierdas -el PSC, ICV y la CUP- afearán a Esquerra cualquier concesión a los recortes que CiU quiere aplicar, existen más dudas con respecto a la consulta. La primera oportunidad para calibrar la situación será el pleno en el que se apruebe la «declaración de soberanía» de Cataluña: ICV la apoyará con toda probabilidad, mientras que el PSC se abstendrá, si sigue el guión que su líder, Pere Navarro, esbozó en la sesión de investidura.

Con tantas incertidumbres a la vista, nadie en Cataluña piensa que la legislatura vaya a agotarse. PSC y PP creen que el único pegamento entre CiU y ERC será el choque continuo con el Gobierno central, que Mariano Rajoy busca, de momento, evitar. Ello ayudaría a crear un caldo de cultivo favorable al sí en la consulta; si es que la crisis no hace saltar antes ese pacto por los aires, claro está.

EL MUNDO 07/01/13