Como primarias, ni fu ni fa

Es dudoso que los resultados puedan cambiar el Gobierno foral por una alianza entre Nafarroa Bai, el PSN e IUN. El PSOE no puede votar a Patxi Zabaleta para presidente, y el candidato socialista Fernando Puras, que no ha dado motivos para que se dude de su palabra, anunció que él no se postularía para la presidencia si quedaba el tercero.

La portavoz del Gobierno compareció ante los medios en el preciso momento en que el PP superaba al PSOE en número de votos. Al terminar el recuento, la ventaja del PP era del 0,73% y 160.637 votos, mientras el PSOE obtenía 692 concejales más que en 2003. Hace cuatro años, los socialistas aventajaron al PP en 123.416 votos (el 0,54%), pero el PP obtuvo mayor número de concejales, 391. El voto urbano es más popular que socialista, lo que constituye un mal presagio de futuro para el partido de Zapatero.

Sin embargo, el planteamiento de las elecciones como un ensayo general con todo para las generales ha venido a dejar las cosas como estaban, ratificando, en líneas generales, lo que venían augurando las encuestas. Una derrota del PP habría complicado la situación de Rajoy de cara a las legislativas. La cuestión puede, en consecuencia, seguir planteada en los mismos términos, salvo por un pequeño detalle: los resultados de Madrid. El secretario de Organización de los socialistas, José Blanco, analizó la expansión del poder municipal y autonómico socialista a partir de las alianzas. Admitió que el PP aventajaba a su partido en «una pequeña diferencia de votos que se debe exclusivamente a lo ocurrido en la ciudad de Madrid».

La explicación tiene relevancia política. ¿Qué es lo ocurrido en la ciudad de Madrid, si puede saberse? Pues que el candidato socialista ha roto el suelo electoral de Trinidad Jiménez. Tal como se veía venir, Ruiz Gallardón ha aumentado su mayoría absoluta en cuatro concejales, son 22 puntos de ventaja sobre el PSOE, mientras Izquierda Unida ha ganado uno y el PSOE ha perdido tres. La cuestión es que la operación Sebastián fue un empeño del presidente del Gobierno, que impuso su candidato al PSM. Para ello, creó una secretaría de Estado para Trinidad Jiménez, que, después de todo, había demostrado durante los cuatro últimos años su capacidad para llevar aseadamente las tareas de oposición en el Ayuntamiento madrileño.

La otra cuestión de importancia es Navarra. La coalición formada por UPN y el CDN de Juan Cruz Allí suma 24 parlamentarios, la mitad menos uno de los que forman la cámara. Miguel Sanz anunció anoche que hoy mismo llamaría a los socialistas para iniciar conversaciones sobre la formación de una mayoría para gobernar. Es dudoso que unos resultados como estos puedan cambiar el Gobierno foral por una alianza entre Nafarroa Bai, el PSN e IUN. El PSOE no puede votar a Patxi Zabaleta para presidente y el candidato socialista, Fernando Puras, anunció que él no se postularía para la presidencia si quedaba el tercero en número de votos y es un hombre que no ha dado motivos para que se dude de su palabra. Por otra parte, el precedente de Cantabria debería tenerse presente en materia de pactos. En 2003, el PSC, segunda fuerza, dio la presidenta al Partidor Regionalista que había quedado el tercero. El PRC quedaba ayer como segundo partido y el PSC el tercero. Al menos, el pacto esta vez va a quedar más natural.

Santiago González, EL CORREO, 28/5/2007