EL CORREO 10/09/13
El Gobierno catalán admite, ante el recelo de ERC, que mantiene contactos «discretos» con el Ejecutivo de Rajoy
Ni frenazo ni mucho menos marcha atrás. A 48 horas de la Diada nacional de Cataluña, en la que el independentismo hará una nueva demostración de fuerza en la calle, Convergència Democrática de Catalunya trató ayer de exhibir músculo soberanista. La formación liderada por Artur Mas, coaligada con Unió en CiU, intentó lanzar un mensaje tranquilizador a Esquerra y a los cientos de miles de personas que mañana pedirán la independencia en una cadena humana que atravesará de sur a norte Cataluña, y afirmó que no se ha movido ni un milímetro en su hoja de ruta soberanista.
Pese a las i nformaciones que apuntan a que el Gobierno central y la Generalitat se habrían comprometido a buscar una salida negociada y menos ambiciosa a las demandas soberanistas, Convergència quiso aparecer en la vigilia del 11 de septiembre como la más firme defensora del derecho a decidir y del Estado propio catalán, esforzándose en disipar cualquier atisbo de grieta en el bloque soberanista. Aunque Mas fijó para 2016 la fecha máxima de las posibles elecciones plebiscitarias –si el Gobierno no permite la celebración de una consulta pactada o tolerada en 2014–, desde la formación nacionalista negaron que la hoja de ruta soberanista del partido mayoritario en el Parlamento catalán pueda sufrir retrasos. Los dirigentes de Convergència aseguraron ayer que las elecciones plebiscitarias darían un mandato a un nuevo Parlamento que proclamaría de manera unilateral el Estado catalán en la siguiente legislatura.
En cualquier caso, la formación catalanista confirmó que la Generalitat y el Gobierno de Mariano Rajoy mantienen contactos «discretos». Los puentes se han restablecido y se apunta a que el Ejecutivo central sopesa buscar una salida relacionada con la negociación de un nuevo sistema de financiación. Pero Convergència se mostró categórica: «La consulta es innegociable», no habrá trueque entre una cosa y otra. El mismo planteamiento que defiende desde hace un año.
Pregunta o preguntas
Otra solución intermedia que se maneja sería una consulta que incluyera tres preguntas sobre financiación, lengua y encaje de Cataluña y que habría sido propuesta por la parte catalana. También este extremo fue rechazado por la formación nacionalista, que exige una sola pregunta con dos respuestas: sí o no.
Mas habló la semana pasada de «pregunta o preguntas», lo que encendió las alarmas en el mundo independentista. Especialmente en ERC, que aprieta fuerte pero que ha evitado hasta la fecha criticar en público el supuesto frenazo de la Generalitat. El presidente de los republicanos, Oriol Junqueras, insistió en su marcaje férreo. Esquerra, que tiene la llave de la gobernabilidad en Cataluña, volvió a reclamar a Mas que fije cuanto antes la fecha y la pregunta de la consulta. La formación se niega a aceptar varias preguntas y su propuesta es inequívoca: ‘¿Quiere que Cataluña sea independiente?’ o ‘¿Quiere que Cataluña tenga un Estado independiente?’. Junqueras descartó las elecciones plebiscitarias en 2016, aunque con toda probabilidad saldría beneficiado de ellas, y reiteró su apuesta por la consulta para 2014 con o sin acuerdo del Gobierno. «Confío y necesito confiar en el president», dijo.
Desde la Asamblea Nacional de Cataluña, la entidad que impulsa la cadena humana, fueron más allá y exigieron a Mas que fije la fecha esta misma semana como respuesta a la demostración de fuerza de la Vía Catalana. La presidenta del PP autonómico, Alicia Sánchez-Camacho, recordó sin embargo al presidente catalán que este paso sería «un escollo» en la negociación con Rajoy.