EL MUNDO – 01/08/15
· Rajoy insiste en que el reto soberanista es la gran amenaza para la recuperación y la estabilidad.
Mariano Rajoy insiste: «No habrá independencia. De ninguna manera». El presidente, y todo el Gobierno, vive pendiente de cada paso de Artur Mas y su lista unitaria, dispuesto a frenarlo en los tribunales hasta el final y decidido a impedir el «disparate» secesionista con todos los instrumentos a su alcance; incluido, si fuera necesario, el coercitivo artículo 155 de la Constitución al que ayer, por una mala pasada del subconsciente, llegó a mencionar hasta en dos ocasiones, aunque luego evitara pronunciarse acerca de su hipotética aplicación.
Cataluña y su desafío es, en opinión del presidente, un problema de grandes dimensiones porque desde La Moncloa se percibe como la primera amenaza en la senda de la recuperación económica y la estabilidad. Esa recuperación que, ayer, Rajoy, tras la aprobación del proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2016, quiso destacar para evidenciar que el país ha dado un giro de 180 grados, desde la situación de «prequiebra» de 2012 a ser «el país que más crece de la UE, superando también al Reino Unido y a Estados Unidos».
«Si no se tuerce la senda», dijo, «podemos llegar a la mayor etapa de crecimiento de nuestra historia». Por eso, su obsesión pasa por zanjar el pasado –y en ello incluye los episodios más lacerantes de la corrupción que han afectado de lleno al PP–, tumbar los planes independentistas de Mas, y tratar de evitar que el Gobierno quede en manos de futuras coaliciones de «tres o cuatro partidos» que apuesten por «liquidar» todas las reformas que se han llevado a cabo.
Ayer, al presidente de la Generalitat le lanzó un nuevo aviso: «España es un país serio y no se puede violentar la ley. Las elecciones del 27 de septiembre no serán un plebiscito y de ninguna de las maneras habrá independencia».
También alertó al líder del PSOE, Pedro Sánchez, del peligro de aliarse con fuerzas que considera radicales: «Amenazar con liquidar las reformas traslada un pésimo mensaje. Cada uno es libre de poner en circulación toda suerte de ocurrencias, pero no puede poner en riesgo todo lo conseguido». Pese a ello, el presidente se mostró convencido de que, respecto a la unidad de España y la defensa de la soberanía nacional y la igualdad entre españoles, el PP y el PSOE estarán en la misma onda.