De obligado cumplimiento

Manuel Alcántara, DIARIO VASCO, 22/6/11

Los nuevos cargos prometen que habrá menos cargos nuevos. Es la oferta más sugestiva que pueden hacer, ya que ha llegado el momento en el que no cabían más, ni siguiera sentándose uno encima de otro en el mismo sillón. Hacer cuentas siempre comporta riesgos y durante los últimos años hemos rehuido de presentar balances enojosos. Ahora, con el traqueteo electoral, hay que darse prisa. Para luego es tarde o, lo que es peor, puede ser nunca. Tenemos muchos administradores y muy poco que administrar. El rabo de Europa del que habló Antonio Machado, hasta que pase por entero, «todo es toro» y el ultimátum de la Unión Europea a Grecia nos ha vuelto a clavar el rejón. El Fondo Monetario Internacional advierte del peligro de contagio de toda la ganadería. Tenemos la obligación de ahorrar hasta el último euro, que es precisamente el que ya no nos queda en la hucha. Por mucho que la movamos no suena. Según Chesterton, el ahorro es poético, porque es creador. El gran escritor debía de ser algo roñoso y predicaba siempre esa cosa terrible de «conservar con prudencia lo que se alcanza con inteligencia». En el caso, muy discutible, de que eso sea una virtud, los españoles no nos hemos dedicado a practicarla. Cualquier vicio menor es más entretenido que ella. Hace bastante tiempo que se nos acabó la fiesta y están recortando hasta las bambalinas y los gallardetes. La presidenta electa de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, pretende hacer algo absurdo: suprimir los gastos superfluos eliminando a la gente superflua. ¿Cuándo se ha visto eso en España? ¿y de qué van a servir los que no han encontrado otro modo de vida que aconsejarle a los demás la manera de ganársela? No han sido las autonomías, sino el despilfarro autonómico, las que se han cargado el invento y ahora viene la poda. Los que se arrimaron a un árbol que creían bueno están buscando otro. El caso es encontrar alguno para seguir a la sombra, no para ahorcarse. Vivir es nuestra mayor obligación mientras estemos vivos.

Manuel Alcántara, DIARIO VASCO, 22/6/11